Puerto Belgrano – 24 científicos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) se capacitaron durante una semana en técnicas de supervivencia, seguridad personal y responsabilidad social.
Los cursos están a cargo de instructores de la Escuela de Técnicas y Tácticas Navales (ESTT), en Puerto Belgrano, y son coordinados por la Agrupación de Buques Hidrográficos (APBH), en cuyas unidades embarcan los cursantes para realizar tareas científicas y de investigación.
“El Convenio Internacional sobre Normas de Formación, Certificación y Guardia para la Gente de Mar (STCW por sus siglas en inglés) exige que todo el personal que embarca debe tener los cursos básicos de técnicas de supervivencia, seguridad personal y responsabilidad social, lucha contra incendios, primeros auxilios y formación en aspectos relacionados con la protección”, explicó el encargado de los cursos OMI (Organización Marítima Internacional), Suboficial Principal Hugo López.
Agregó que durante esta semana los científicos del CONICET realizaron los primeros dos cursos y que en lo sucesivo se certificarán en los restantes, en la ESTT.
“Es obligatorio realizar los cursos cada 5 años, cuando deben recalificar —señaló el auditor interno de los cursos OMI, Fabio Funes—. En 2005, la ESTT fue autorizada por la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de la Nación para impartir los cursos y en 2017, se actualizaron los programas a las enmiendas dispuestas por la Convención de Manila”.
Supervivencia
Entre las actividades que realizaron los cursantes hubo uso del chaleco salvavidas, salto de borda y trabajos en pileta con balsas para tener los conocimientos básicos de abandono de buques en caso de siniestro y manejo de matafuegos.
En el último día de capacitación, los cursantes hicieron ejercicios por competencias requeridos para aprobar y acceder a la acreditación que les permitirá embarcar: uno es poder descender desde un buque por escala de gato o saltando desde la borda para acceder por sus propios medios a una embarcación menor como un bote salvavidas.
En tal sentido, el grupo hizo descenso por escala de gato en la dársena y salto de borda desde el destructor ARA “Heroína”.
Y más tarde, en la Pileta Cubierta “hicieron salto al agua desde una plataforma, con y sin chalecos salvavidas, donde debieron nadar hasta una balsa a 50 metros de la orilla, adrizar (dar vuelta) la balsa y acceder. Además, hicieron nado de punta a punta y otros ejercicios del momento”, explicó el instructor de la ESTT en abandono de buque y supervivencia en el mar, Cabo Principal Walter Galarza.
“El curso superó mis expectativas. Aprendí conceptos nuevos y que me van a servir la próxima vez que esté embarcada. La práctica nos sirve para perderle miedo a ciertas maniobras a las que no estamos acostumbrados”, explicó Celeste López Abbate, bióloga del CONICET que embarcada se dedica a la investigación de los ciclos del carbono en la costa norpatagónica.
“Antes, cada vez que nos subíamos a una embarcación nos daban una charla de unas horas con los conceptos básicos. Ahora esto es muy completo, tiene nociones de primeros auxilios, el marco legal y es obligatorio aprobarlo. Te ayuda a perderle el miedo a situaciones que se pueden dar en altamar”, agregó.
Entre los cursantes también hubo marinos mercantes, como Lorenzo Heiland, que explicó que para poder ascender “necesitaba tener los cursos STCW avalados por la OMI y dictados por la Armada”.
Santiago Priotto, biólogo y personal de apoyo del CONICET, también expresó su gratitud por poder ser parte de estas capacitaciones.