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Campaña Antártica de Verano 2017/18

El rompehielos arribó a Petrel, su primera base en el continente blanco

Se realizó la apertura de esta base temporaria y se llevaron a cabo las maniobras de traspaso de carga y la dotación integrada por miembros de Armada, Ejército y Fuerza Aérea. Lo invitamos a ver el video.


domingo 7, enero 2018

Isla Dundee – El jueves por la noche, el rompehielos ARA “Almirante Irízar” fondeó frente a la costa de Isla Dundee donde se encuentra ubicada la base conjunta Petrel, a fin de habilitar durante dos meses esta base temporaria que se encuentra en desarrollo de sus instalaciones para convertirse en permanente.

Fueron dos días de navegación los que lo separaron de la capital fueguina hasta el continente antártico.

Los primeros en desembarcar fueron los 20 integrantes de la dotación, encabezados por el jefe de base, Capitán de Fragata de Infantería de Marina VGM Héctor Gutiérrez, que por tercera vez asume ese rol en Petrel.

“Se ha demostrado, por lo menos en los dos años que tengo como jefe anterior, que realmente se puede trabajar en conjunto y lo hemos demostrado en la dos campañas anteriores”, remarcó el Capitán Gutiérrez, encargado de efectuar la apertura de esta base que estará operativa en la temporada estival.

Durante ese tiempo cinco integrantes de la Armada Argentina, cinco del Ejército y tres de la Fuerza Aérea Argentina; más un grupo de militares que conforman el Grupo Reparaciones deberán efectuar el mantenimiento de las instalaciones y los preparativos para las mejoras futuras.

Entre ellas, el año pasado se instaló un generador y ahora se realizará el cableado subterráneo para poder brindar alimentación eléctrica a los distintos edificios; además se instalará un incinerador y un compactador.

En las próximas semanas se sumarán a la dotación tres científicos de la Dirección Nacional del Antártico (DNA) que desarrollarán primeramente su proyecto en la base antártica Esperanza.

Tras el descenso de la dotación, en la cubierta del buque comenzó una intensa actividad el Grupo Playa, encargado del desembarco de la carga destinada para la base Petrel. A cargo del Teniente de Corbeta Daniel Aguilar, los quince hombres iniciaron la tarea de descarga y transporte en cinco botes semirrígidos de las 13.913 toneladas de carga general, 3.984 toneladas de materiales de construcción, 3.389 toneladas de carga frigorizada, 27 tambores de combustible y 16 tubos de gases, entre nitrógeno, helio, oxígeno, dióxido de carbono y acetileno.

Con visión de futuro

Fundada el 22 de febrero de 1967, y ya con casi medio siglo de existencia, Petrel fue primero un refugio naval instalado en diciembre de 1952 por la Armada Argentina.

Un incendio en la casa principal en el invierno de 1974 obligó a su evacuación, reactivándose en el verano siguiente, hasta que en febrero de 1978 pasó a ser una base temporaria de verano con habitabilidad en la casa de emergencia.

En 2013 se diseñó un plan de diez años para convertirla nuevamente en una base permanente y pasó a denominarse: base antártica integrada permanente de apoyo logístico Petrel, con la idea de constituir allí un Polo Logístico Antártico. “Básicamente es un proyecto que va a ayudar más que nada a la logística de toda la Antártida”, remarcó el jefe de base Petrel, Capitán de Fragata Gutiérrez.

La ubicación de Petrel es estratégica, ya que se encuentra próxima a las bases argentinas permanentes Marambio, Esperanza y Carlini, que son bases de invernada, y de otras bases y refugios que se abren en verano.

Para ello se proyectan instalaciones: un muelle, una casa que en un futuro sería la enfermería, una casa principal para alojar a alrededor de 300 personas en tránsito hasta tanto sea distribuidas a su destino final y un aeropuerto. “Y así dar apoyo a distintos países, no sólo a Argentina, como lo hace Frei –la base chilena-. Esa es la concepción de Petrel”, manifestó el Capitán Gutiérrez.

Para determinar la mejor ubicación para las edificaciones el año pasado personal de la DNA realizó estudios de suelo y de medio ambiente. “El año pasado se llevaron muestras para analizar en los laboratorios. El preliminar dio que estaba todo bien, que el suelo en la plataforma superior es firme porque es roca”, remarcó el jefe de base.

En esa oportunidad, se efectuó además un estudio del agua y se pudo comprobar que el glaciar produce naturalmente la suficiente cantidad, en ambos extremos, para abastecer diariamente a 300 personas; lo que resolvería uno de los problemas que representa el continente blanco para la habitabilidad.

Petrel cuenta actualmente con una pista natural de 700 metros y un hangar con capacidad para aeronaves de gran porte. El año pasado una arquitecta, jefa del Grupo Reparaciones, verificó el hangar y determinó que la estructura se encontraba en óptimas condiciones pero que requería un cambio de chapas y de los sistemas del hangar y portones.

Se proyecta la construcción de tres pistas: de 1.800, 1.300 y 1.000 metros, respectivamente.

Petrel es una planicie de mucho terreno que está a nivel del mar, eso hace que cuente con un microclima particular. En la Antártida, las zonas óptimas para habitar ya están pobladas.

“Mi invernada fue en Orcadas y después me salió Petrel. Cuando llegué vi la situación y me enamoré de Petrel. Porque cuando uno la ve se da cuenta que realmente se puede y que sería muy importante y muy beneficioso para el país, para los que hablamos de Antártida”, manifestó el jefe de base refiriéndose al proyecto de convertirla en base antártica integrada permanente de apoyo logístico, y agregó: “Es una base del futuro, tenemos visión de futuro”.

El rompehielos arribó a Petrel, su primera base en el continente blanco

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