La Fuerza de Submarinos cumple hoy 85 años. También se conmemora el Día del Submarinista.Ensayo del Comandante de la Fuerza de Submarinos, Capitán de Navío Ciro Oscar García Repetto, “Beneficios de disponer de una Fuerza de Submarinos en nuestro país”

Año 1926. La Argentina decide incorporar el arma submarina a su Marina de Guerra, por gestiones del entonces ministro de Marina, Almirante Manuel Domecq García, quien obtuvo las autorizaciones para comprar los primeros submarinos de nuestra historia.

Mediante la Ley 11.378, además de la compra se estableció la construcción de la infraestructura necesaria en las tierras aledañas al puerto de la ciudad de Mar del Plata. Así se dio origen al Comando de la Fuerza de Submarinos y a la Base Naval Mar del Plata.

Esos primeros submarinos fueron el ARA “Santa Fe”, “Salta” y “Santiago del Estero”, denominados “tarantinos” por haber sido construidos desde el 15 de octubre de 1927 en el astillero Franco Tosti de Taranto, Italia.

Los sumergibles tardaron cinco años en llegar a nuestro país y a su hogar definitivo en Mar del Plata. El primero fue el “Santa Fe”.

Finalmente el 3 de septiembre de 1933 llegaron los dos restantes: el “Salta” y el “Santiago del Estero”, que navegaron con tripulación argentina más de 7.000 millas, casi sin escalas, durante 40 días.

Esta fecha se toma como el inicio de la historia del Comando de la Fuerza de Submarinos. Su primer comandante fue el Capitán de Fragata Ramón Poch.

Las generaciones posteriores

Los tres primeros submarinos argentinos dejaron de prestar servicio a mediados del siglo XX y reemplazados por la segunda generación de sumergibles: los clase Balao, adquiridos a la Marina de Estados Unidos. Nombrados ARA “Santa Fe” y ARA “Santiago del Estero”, llegaron al país en noviembre de 1960.

Les siguieron los de la clase Guppy, adquiridos a Estados Unidos en 1971. La dinastía nominal siguió la línea de sus antecesores.

La cuarta generación estuvo compuesta por los submarinos clase 209 ARA “Salta” y ARA “San Luis”, construidos en el astillero de Kiel, Alemania, y terminados en Tandanor, Buenos Aires.

Y finalmente en 1977 comienza en Thyssen Rheinthal, Alemania, la construcción del ARA “Santa Cruz” y el ARA “San Juan”, los últimos submarinos de la clase TR-1700. El primero llegó a Mar del Plata en diciembre de 1984; el “San Juan” lo hizo un año más tarde.

Bautismo de fuego

La Fuerza de Submarinos tuvo su bautismo de fuego durante la Guerra de Malvinas. El “Santa Fe” fue destacado a las islas a fines de marzo de 1982, con una fracción de Fuerzas Especiales, y en apoyo a la Operación Rosario. Volvió al teatro de operaciones el 24 de abril y resistió con heroísmo el ataque de helicópteros ingleses en las Georgias del Sur. Finalmente fue capturado por las tropas invasoras. En ese accionar murió el suboficial submarinista Félix Artuso.

Mientras el “Santa Fe” escribía su página gloriosa, el ARA “San Luis” se alistaba para patrullar el Mar Argentino, detectando y atacando a varias unidades de superficie, y evadiendo con éxito el intenso fuego enemigo.

El ARA “San Juan”

Estas ocho décadas de historia y cinco generaciones de submarinos han constituido acontecimientos significativos para la Armada Argentina y han forjado la identidad propia de los hombres y mujeres que decidieron voluntariamente ser submarinistas.

Hoy, la Armada Argentina honra a los 44 camaradas del ARA “San Juan”, así como al noble navío al que no se ha podido localizar desde noviembre de 2017, cuando perdió contacto mientras cumplía con su deber. Su búsqueda continúa.

Ensayo del Comandante de la Fuerza de Submarinos, Capitán de Navío Ciro Oscar García Repetto, “Beneficios de disponer de una Fuerza de Submarinos en nuestro país”.

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