Mar Adentro
De las Escuelas Nacionales de Náutica y Fluvial

Futuros pilotines viajaron en la fragata

Andrés Basile y Belén Coradini tuvieron la oportunidad de embarcar en la fragata ARA “Libertad” como cadetes del último año de cursada de la Escuela Nacional de Náutica y la Escuela Nacional Fluvial. Cuentan de esta experiencia única e importante para el futuro de sus carreras como Pilotos de Barco.


viernes 14, octubre 2016

Ciudad de Buenos Aires – En el marco del 45° Viaje de Instrucción Naval del buque escuela argentino, fragata ARA “Libertad” (FRALI), Andrés Basile y Belén Coradini experimentaron la navegación más importante de sus carreras. Embarcaron en Buenos Aires, el 23 de abril y su viaje culminó cuando la fragata tocó el puerto de Ámsterdam en Holanda el 8 de julio pasado.

Los chicos fueron elegidos para representar a sus instituciones educativas: Andrés es cadete de la Escuela Nacional de Náutica “Manuel Belgrano” (ESNN), y Belén realiza sus estudios en la Escuela Nacional Fluvial “Comodoro Antonio Somellera” (ESNF). Ambas escuelas dependen de la Dirección General de Educación (DGED) como muchas de las escuelas de Formación y Capacitación de la Armada Argentina.

En cada viaje de instrucción alrededor del mundo, la fragata cuenta con invitados especiales y el par de vacantes para los estudiantes de estas escuelas fueron cubiertas por Andrés y Belén. Ambos tienen 23 años y son oriundos de la Ciudad de Buenos Aires.

Andrés Basile vive en Capital Federal y estudió en el Liceo Naval Militar “Almirante Guillermo Brown”. Fue entonces cuando comenzó su vínculo con la Armada Argentina y la fragata. “Navegué tres veces en la fragata por cortos períodos como parte de mis estudios. Me encantó y fue un sueño hecho realidad volver a embarcarme por tanto tiempo. Todo comenzó con una vacante para formar parte de la tripulación como voluntario; y no lo dudé”.

Poco antes de egresarse del liceo, Andrés contó que ya había decidido ingresar a la ESNN porque deseaba que su futuro profesional fuese la navegación. “Me encanta el mar y el dinamismo que tiene la carrera. Lo más lindo es trabajar en equipo y viajar”, expresó.

A Belén también le apasiona su carrera: “Lo que más disfruto es navegar y todo lo que esto implica. Los estudios resultan a veces agobiantes por la carga horaria, el contenido y la formación, pero cuando por fin llega este último año, te das cuenta de que todo vale la pena”.

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Esta experiencia única en sus carreras comenzó un mes antes de la zarpada de la fragata. Durante ese tiempo, tuvieron clases de familiarización del buque y sistemas de seguridad, entre otros. Además, ese período les sirvió para conocer y adaptarse al grupo de cadetes de la Escuela Naval Militar y para Andrés y Belén fue más fácil relacionarse con toda la tripulación; conocían gente nueva constantemente con buena predisposición para convivir y ayudar.

A bordo de la FRALI, Andrés Basile debió cumplir con guardias en el puente de comando y fue incluido en la currícula como un Guardiamarina más en Comisión. Asimismo, adaptaron sus tareas a lo que compete dentro de la Marina Mercante. Como la especialidad de Andrés es Cubierta, lo exceptuaron del trabajo en Máquinas.
“Hubo cuestiones que desconocía pero en rasgos generales encontré muchas similitudes entre lo visto dentro de la Armada y en la Escuela de Náutica. El trato con la gente era igual y también pude entender muchos funcionamientos por mi preparación previa”, explicó Andrés.

Por su parte, Belén no había embarcado nunca y para ella, la experiencia a bordo de la FRALI fue la primera, tanto la navegación como la estadía en los puertos. “Ya me habían comentado que era un viaje increíble y lo noté desde el momento de la zarpada. Ese día, fue muy emotivo ver como mi familia, pareja y amigos se perdían en el horizonte, mientras se escuchaba la banda de música y sonaban los cañones de saludo”.

En este viaje, Belén tuvo su primer contacto con todos los equipos de navegación en funcionamiento y aprendió cómo operarlos. Ayudó al jefe de la Navegación a preparar la derrota – rumbo de la embarcación–, subió los palos –aquellos que sujetan las velas del barco– y practicó tareas de marinería como estibar cabos, técnica de transportar y acomodar las cuerdas. Belén recordó con especial cariño al Suboficial Chamares y al Cabo Cartolano, con quienes trabajó en el área de Comunicaciones.

En la Escuela Fluvial, la preparación es específica sobre navegación en ríos, por eso para Belén la experiencia fue importante. “Me aportó información interesante sobre este tipo de viajes en el mar, y más sobre navegación astronómica. Pude participar en una maniobra general de vela y ver cómo el viento predomina sobre la corriente”.

Andrés también quedó sorprendido y emocionado por el funcionamiento del buque: “La navegación a vela es totalmente distinta a navegar con motor. Es el arte de la navegación. Hay que tener en cuenta todos los medios necesarios para poder llevar el buque, como el viento y el clima. Es como irse atrás en el tiempo y viajar como se hacía antes.”.

Andrés y Belén se recibirán como pilotos civiles de embarcaciones y en este viaje, además de instruirse tuvieron la posibilidad de relacionarse con oficiales de otros países alrededor del mundo; aprender sobre barcos y armamentos de otras Fuerzas Armadas. Para los dos, recorrer el mundo y conocer otras culturas fue sumar conocimiento al futuro de sus carreras.

Sobre el 45º Viaje de Instrucción Naval

El buque escuela argentino fragata ARA “Libertad” zarpó del puerto de Buenos Aires el 23 de abril y volverá al país los primeros días de noviembre en el marco del 45° Viaje de Instrucción Naval.

Son 351 tripulantes entre oficiales, suboficiales, Guardiamarinas en Comisión de las Promociones del Cuerpo Comando Escalafón Naval e Infantería de Marina y del Cuerpo Profesional Escalafón Intendencia de la Escuela Naval Militar e invitados especiales.

El primer puerto de la travesía fue Recife (Brasil) y la fragata continuó su viaje por tres puertos norteamericanos: Baltimore, Norfolk y Nueva York. El 18 de junio cruzó el Océano Atlántico con destino a Ámsterdam (Holanda) y las siguientes escalas fueron Brest (Francia), Liverpool (Reino Unido), Dublín (Irlanda), El Ferrol (España), Toulon (Francia), Civitavecchia (Italia), y El Pireo (Grecia).

Luego de visitar Cádiz (España) puerto que dejaron amarras el 22 de septiembre, llegarían a Río de Janeiro (Brasil) el 19 de octubre. Con esta navegación, los tripulantes de la fragata “Libertad” iniciaron el camino de regreso al continente americano, cruzando nuevamente el Atlántico. Además de Río, el itinerario de regreso incluye el puerto uruguayo de Montevideo (Uruguay) para luego recalar en el de Buenos Aires.

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