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Navegación segura por mares antárticos

A través de fotografías satelitales provistas por la CONAE, el Servicio de Análisis Operativo, Armas y Guerra Electrónica aporta datos fundamentales para trazar la derrota de los buques en el continente antártico.


lunes 8, abril 2019

En el marco de las Campañas Antárticas de Verano, unidades de la Armada Argentina llevan adelante numerosas actividades logísticas vinculadas al reabastecimiento de bases temporarias y permanentes, recambio de dotaciones, traslado de científicos y repliegue de residuos.

Para esto resulta necesario contar con información precisa sobre las condiciones meteorológicas y del terreno, que será imprescindible al momento de asesorar al comando del buque sobre las zonas más óptimas de navegación.

En este sentido, desde el 2017, la Armada recibe imágenes satelitales ópticas y de radar provistas por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE). Esta cobertura parte de un timeline (línea de tiempo), el cual es analizado para ver el movimiento del buque y así definir el cronograma para el pedido de las fotografías.

Cuando las imágenes llegan de la CONAE son procesadas por personal del Servicio de Análisis Operativo, Armas y Guerra Electrónica (SIAG), dependiente del Comando de Alistamiento y Adiestramiento de la Armada, y enviadas para determinar la mejor ruta de navegación a las distintas bases, no sólo para apoyo al rompehielos ARA “Almirante Irízar”, sino también para que otros buques afectados a la campaña sean asesorados.

“Las imágenes se reciben por correo electrónico, de una a tres por día, y corresponden a distintos sectores convenidos previamente. Nosotros informamos por dónde estamos y hacia dónde pensamos ir. En base a eso se establece un plan de obtención de fotos para conocer la situación glaciológica del lugar antes de operar y mientras lo estamos haciendo”, señaló el Teniente de Fragata Federico Claus, meteorólogo perteneciente al Servicio de Hidrografía Naval de comisión en el rompehielos ARA “Almirante Irízar”.

En cuanto al tipo de fotografía, la principal diferencia radica en que las obtenidas de forma óptica pueden llegar a ser afectadas por las condiciones climáticas o la falta de luz. En cambio, los radares no se ven perjudicados por dichos factores, lo que les facilita captar imágenes durante todo el año sin mayores problemas.

Con respecto al modo de trabajo en el rompehielos, el Teniente Claus destacó que las fotos llegan en un formato especial y en el buque se las procesa a través de un software que permite visualizarlas de forma más accesible. También realizan un proceso que convierte las imágenes a formato de carta náutica para el puente de comando, y así se elaboran estrategias procurando esquivar las zonas con hielos más peligrosos aprovechando los espacios de agua para desplazarse más rápido.

“Contar con esta información es sumamente importante ya que nos brinda una cobertura espacial y temporal necesaria para movernos en un terreno tan complejo como el antártico. Estas imágenes no sólo ayudan a cumplir con las tareas asignadas, sino que colaboran en el resguardo del buque y sus tripulantes”, resaltó el meteorólogo del “Irízar”.

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