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Reconocimiento del equipo del Proyecto Perlan a la Armada Argentina

Por el apoyo sanitario brindado a esta iniciativa, que es la primera del mundo para llevar una aeronave sin motor hasta la frontera con el espacio.


miércoles 19, septiembre 2018

El Calafate – La Armada Argentina estuvo presente en una ceremonia organizada por la misión Airbus Perlan II. La misma consistió en el reconocimiento protocolar a la comunidad del Aeropuerto de El Calafate, por la constante colaboración que realiza año tras año con el equipo científico y aeronáutico.

En representación de la Institución Naval estuvo presente el Director de Sanidad de la Armada (DISA), Comodoro de Marina Marcelo Tarapow, y el Jefe del Zona Naval Santa Cruz, Capitán de Navío Carlos Olmos.

Ambos simbolizaron el apoyo brindado al Proyecto Perlan II, el cual consistió en la puesta a disposición –ante posibles eventualidades- de la cámara hiperbárica instalada en la Base Naval Ushuaia y la cámara hipobárica situada en la Base Aeronaval Comandante Espora.

La relación entre el proyecto y la Armada Argentina comenzó en agosto del 2017 cuando, a través de la Dirección General de Investigación y Desarrollo (DGID) a cargo de la Contralmirante ingeniera María Inés Uriarte, se solicitó el apoyo sanitario para el proyecto Perlan II. Para ello, la licenciada Sandra Bazgan de Sandercock, integrante del equipo de la misión Airbus Perlan II, realizó las gestiones para concretarlo a través de la DISA.

La iniciativa científica norteamericana desembarcó en la provincia de Santa Cruz luego de haber realizado un estudio profundo sobre las características de la zona. El Calafate posee una constitución particular en cuanto al comportamiento de las columnas de aire ya que los vientos que arriban desde el Pacífico “chocan” contra la Cordillera produciendo corrientes de aire ascendentes.

La misión de Perlan II es lograr llevar un planeador sin motor a la frontera del espacio. De esta manera se podrán realizar estudios científicos sobre ingeniería aérea, fenómenos climáticos y poner a los pilotos en una situación atmosférica que recrea las condiciones de vida en el planeta Marte.

Una vez finalizada la ceremonia en donde se colocó una placa conmemorativa, el Comodoro de Marina Tarapow recibió el agradecimiento por parte del Director Ejecutivo (CEO) del proyecto, Ed Warnock.

Al mismo tiempo, la autoridad naval expresó la satisfacción por haber formado parte de un proyecto científico de tal envergadura y expresó el alivio por no haber tenido que hacer efectivo el uso de los medios hiperbáricos, lo cual hubiese significado la presencia de un incidente en la misión.

La placa simbolizó el récord mundial de altitud del planeador oficialmente registrado de 52.221 pies (15.917 metros) que fue alcanzado el 3 de septiembre del año pasado por la Misión II de Airbus Perlan. Récord que fue tres veces superado el pasado domingo 2 de septiembre, cuando el planeador traspasó la Línea Armstrong.

Durante el resto de la jornada, se invitó a la delegación de la Armada a visitar el centro de operaciones del planeador y el avión remolcador. Fueron guiados por los miembros del proyecto quienes explicaron características técnicas de las unidades y relevancia de los datos obtenidos. Estos últimos permitirán conocer más detalles sobre las inclemencias climáticas que pueden afectar a las cosechas tanto de Argentina, como de África y Australia.

El planeador diseñado y fabricado por Airbus, el Perlan Project II, realizó sus pruebas en el sur argentino donde el pasado domingo 2 de septiembre logró alcanzar los 76.124 pies de altitud (23.202 mts.) y recoger datos sobre patrones climáticos de alto nivel y la condición de la atmósfera, generando nuevos conocimientos sobre el cambio climático.

En esta oportunidad se utilizó un avión remolcador especial de gran altitud, en lugar del tipo utilizado normalmente para planeadores. Se trata de un turbohélice Grob Egrett G520, un avión de reconocimiento a gran altura modificado para esta misión a principios de verano, que remolcó al Perlan II hasta la entrada a la estratósfera soltándolo a unos 42.000 pies (12.801 metros), aproximadamente el techo de servicio de un Airbus A380.

Es probable que el equipo del Proyecto Perlan retorne al país para continuar con los estudios científicos y, quizás, batir el último récord de vuelo en altura: el del Blackbird.

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