Institucionales

Se conmemoró la histórica zarpada de la corbeta ARA “Uruguay” a la Antártida

Fue en 1903 para rescatar a la expedición del doctor Otto Nordenskjöld. Inició nuestra presencia permanente e ininterrumpida en el continente blanco. Participaron descendientes de los alféreces José María Sobral y Felipe Fliess.


jueves 10, noviembre 2016

Buenos Aires- El pasado martes por la tarde se realizó la ceremonia conmemorativa por los 113 años de la zarpada de la corbeta ARA “Uruguay” a la Antártida, al mando del entonces teniente Julián Irizar, para rescatar a la expedición científica sueca del doctor Otto Nordenskjöld.

La misma se desarrolló a bordo del actual buque museo corbeta ARA “Uruguay”, en Puerto Madero, y estuvo presidida por el Comandante Conjunto Antártico y Comandante Antártico Naval, Comodoro de Marina Marcelo Tarapow; acompañado por el Comandante Operacional de las Fuerzas Armadas, General de Brigada Carlos Pérez Aquino, entre otras autoridades civiles y militares representantes del quehacer antártico.

Asimismo, asistieron familiares descendientes de los entonces alféreces José María Sobral, el único marino argentino que embarcó en el buque “Antartic” como parte de la expedición científica, y Felipe Fliess, tripulante de la corbeta “Uruguay”. También de Hugo Acuña, responsable del primer establecimiento del Servicio Meteorológico en Orcadas que funcionó a partir del 22 de febrero de 1904, fecha en la que el país celebra su presencia ininterrumpida en la Antártida.

El equipo de expedicionarios había invernado durante un año y, al concluirse la actividad, el buque “Antartic” debía buscarlos para efectivizar su regreso, pero quedó atrapado entre los hielos y naufragó.

El 8 de noviembre de 1903 fue un día histórico para la presencia argentina en el continente antártico, debido a que se produjo un encuentro en la zona conocida como “Cerro Nevado”, donde arribó la corbeta ARA “Uruguay” al mando del teniente Irízar, enviada al rescate de los integrantes de la expedición sueca.

Al mismo lugar, luego de navegar en una ballenera por 110 km desde el sitio donde naufragó su buque, arribó el Comandante del “Antartic”, el capitán noruego Carl Anton Larsen, donde se produjo el encuentro entre los sobrevivientes del naufragio, los miembros de la expedición del doctor Otto Nordenskjöld, y los rescatistas al mando de Irízar.

Por estos eventos es que el Comandante Conjunto Antártico subrayó que “el 8 de noviembre fue el día de la página más dorada de la epopeya antártica” y agregó que “las claves para el éxito fueron, sin lugar a dudas, un trabajo en equipo en todos los niveles, desde el alistamiento a la operación, desde la decisión política a la ejecución; mujeres, hombres, científicos, todos conjugados en una misión común”.

Para finalizar, el Comodoro Tarapow expresó que “fue importante el embarco del alférez Sobral para la toma de consciencia de que el límite sur de la Argentina es el Polo Sur”.

Durante la ceremonia se entregaron medallas conmemorativas al centenario de Orcadas a miembros de organismos vinculados a la actividad antártica tales como la Dirección Nacional del Antártico, el Correo Argentino, Servicio Meteorológico Nacional y Fuerza Aérea y Ejército Argentino.

Herederos antárticos

Radicados en San Antonio de Areco, localidad de la provincia de Buenos Aires, asistieron a la ceremonia el nieto del alférez Sobral y el nieto del alférez Fliess.

“La historia debe interesar primero por el continente antártico y por la ciencia. Mi abuelo cuando dejó de ser marino dedicó su vida a realizar estudios sobre la Antártida. Por ello, reconocer y poner en valor el hecho que Sobral junto a los suecos dieron un puntapié para realizar otros viajes a la Antártida y otras investigaciones es algo valioso”, expresó Álvaro Sobral.

En tanto que Luciano Fliess aseguró: “Me parece que esto a las generaciones actuales les viene bárbaro como enseñanza de valores. Fue una epopeya con gente muy valiente”.

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