Fragata Libertad
XLVI Viaje de Instrucción

Velas al viento

La navegación a vela es un eje fundamental en la formación de los futuros oficiales de la Armada Argentina; motivo por el cual, el viaje de instrucción se realiza en un motovelero.


lunes 15, mayo 2017

En navegación – El viaje de instrucción a bordo de la fragata ARA “Libertad” consiste en una de las pruebas finales para los futuros oficiales de la Armada Argentina. Navegar en esta embarcación implica adentrarse en el mundo del mar, los vientos y las velas. Aprender de meteorología, fuerzas y drizas se vuelve fundamental en el cotidiano de los guardiamarinas en comisión.

Son los suboficiales y cabos pertenecientes a la especialidad de Mar los encargados de instruir a quienes comienzan sus primeros pasos para la conducción de un motovelero como lo es la fragata. Parece una práctica añeja pero se constituye como un pilar en la vida de cualquier marinero que ante algún contratiempo deba recurrir a la lectura de las corrientes oceánicas y los vientos predominantes.

“Este viaje consiste en poner en práctica un conjunto de técnicas que los guardiamarinas en comisión han visto dentro de la Escuela Naval Militar. Es el momento aprehender todo lo que es marinería, conducción, trabajo en equipo, el desempeño en cargos y afrontar los diferentes imprevistos que aparecen al navegar a vela”, explicó el Cabo Principal Roberto Antonio Polei.

La fragata ARA “Libertad” es un motovelero que posee tres palos. Enumerándolos desde proa a popa se denominan trinquete, mayor y mesana, respectivamente. Tiene veintisiete velas que constituyen 2644 m² de superficie. En cada palo trabajan equipos constituidos por 17 suboficiales y cabos; el 95% son de especialidad Mar y el resto son los primeros de sus respectivas promociones.

El Suboficial Segundo de Mar Emiliano José Carreira explica que la riqueza de esta experiencia consiste en retomar tradiciones; volver a navegar como lo hicieron los primeros hombres de mar. Asimismo, enfatiza la importancia del trabajo en equipo en cada maniobra; dando la oportunidad a los futuros oficiales de ocupar roles de conducción para la coordinación de tareas.

En primera persona

El barco se mueve por el empuje del viento sobre la vela. Por ello, se debe conocer, ante todo, de dónde viene el viento y de qué maneras puede incidir sobre el barco. La vela es la encargada de recoger la mayor cantidad de viento posible para conseguir que el barco avance; sin embargo, en esta situación aparece otro factor que incidirá en la velocidad: las corrientes.

Para los guardiamarinas en comisión cubrir roles en cada maniobra de vela es una aventura, que tiene tanto de emoción como de seriedad. Las horas en cubierta se multiplican a medida que avanza cada derrota entre puerto y puerto; y las prácticas se intensifican en consonancia con las condiciones meteorológicas de cada zona recorrida.

“Este tipo de navegación implica volver a las raíces de los navegantes. Hoy en día tenemos a nuestra disposición los sistemas de radar y de GPS pero uno no tiene que olvidarse de dónde viene nuestra historia como marinos”, explica el Guardiamarina en comisión Ernesto Franco Cardozo.

Durante parte de su formación, los jóvenes estudian en la Escuela Naval Militar todos los procedimientos de posicionamiento. Así, aprenden sobre navegación por estima, navegación astronómica y, por último, aquella que se vale de los avances tecnológicos pos revolución industrial.

“Navegar en esta unidad implica una complejidad diferente ya que uno debe aprender a ‘leer’ cómo lo afecta el clima, el viento, las corrientes, la marea. Los buques grises de nuestra Flota rompen las olas, en cambio los veleros como la fragata se ‘montan’ sobre las olas lo cual hace que el gobierno de la embarcación sea distinto”, relata Franco.

Además destaca que es importante el conocimiento integral del buque y el aprendizaje colaborativo junto a los suboficiales y cabos que tienen una trayectoria dentro de la Armada. “Quienes también están a bordo son los mejores promedios del año pasado de cada una de las especialidades de la Escuela de Suboficiales, por ello debemos aprovechar este momento para aprender”.

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