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El ataque al “Glamorgan”

Una instalación de tiro ideada y fabricada en Puerto Belgrano, y que fue transportada a Malvinas, disparó por primera vez en el mundo un misil Exocet desde tierra contra un buque. Este invento argentino dejó fuera de combate al “Glamorgan”, en los últimos días de la Guerra de Malvinas.


sábado 12, junio 2021

Bautizada ITB (Instalación de Tiro Berreta) no existían antecedentes de algo similar y fue producto del ingenio de civiles y militares puesto a prueba en horas cruciales.

A principios de mayo, al Capitán de Navío ingeniero Julio Pérez, Jefe en la División Misiles del Arsenal Naval Puerto Belgrano, se le encomendó una misión que consistía en lograr disparar un misil Exocet Mar-Mar 38 desde la costa para contrarrestar el bombardeo británico sobre las defensas de Puerto Argentino.

En un tiempo récord de sólo tres días, el Capitán Pérez junto con dos civiles de la Armada, Antonio Shugt y Luis Torelli, tuvieron que desarrollar una instalación de tiro portátil, móvil y transportable.

En el más absoluto de los secretos trabajaron aislados para concretar esta idea, teniendo un conocimiento previo del arma por haber estado en Francia durante la fabricación de los Exocet cuando la Argentina los adquirió.

Al tercer día salieron del taller con la idea de hacer algo con los equipos más vitales, y el resto fabricarlos de manera más sencilla.

Finalmente consiguieron desarrollar un lanzador de misiles Exocet nunca antes imaginado y su instalación de tiro que denominaron ITB (Instalación de Tiro Berreta).

Dos horas después de probarlo, ya estaban en la Base Espora subiéndolo a un avión Hércules de la Fuerza Aérea para llevarlo a las islas y usarlo en batalla.

El ITB llegó a las Malvinas el 31 de mayo, después de varios vuelos evitando los radares británicos. Desplazarlo allí era muy difícil, cada uno de los dos carromatos pesaba 5.000 kilos. Como se hundía en la tundra, solo podían trasladarlos por la ruta que iba al aeropuerto de Puerto Argentino -al sur del archipiélago- hasta un sitio designado, a 300 metros del mar frente al aeropuerto.

Los componentes estaban dispersos, lejos del lanzador, para evitar ser detectados. Se apostaban alrededor de las 18 cuando oscurecía; tardaban dos horas en instalar la ITB y permanecían en posición hasta las 3 o 4 de la mañana. De día la desmontaban para evitar que los vieran los satélites. Durante doce días montaron y desmontaron todo el equipo, esperando el momento ideal.

La primera madrugada falló el lanzamiento, la segunda vez se erró el tiro.

El 12 de junio de 1982 la artillería británica abría fuego sobre las posiciones de la defensa en Puerto Argentino y esa misma madrugada, la Argentina disparaba por primera vez en el mundo un misil Exocet desde tierra contra un buque. Era el tercer intento y dieron en el blanco, provocando bajas e importantes averías en el destructor inglés HMS “Glamorgan”.

Antes del ataque, el HMS “Glamorgan” se encontraba apoyando desde el mar la avanzada británica sobre el Monte Dos Hermanas, ya había descargado casi 4 toneladas de explosivos. Pero cuando el destructor iba a tomar otra posición entró en el alcance del radar de la ITB.

Eran las 3.36 y en los radares del “Glamorgan” no tardaron en darse cuenta de que estaban siendo atacados por un misil, pero no alcanzaron las maniobras para evadirlo. A las 3.37, el Exocet MM-38 lanzado con la ITB había hecho blanco; el misil entró por la popa.

La explosión se vio desde Darwin y Pradera del Ganso y tardaron 4 horas en apagar los incendios. El “Glamorgan” tuvo 14 víctimas y una veintena de heridos; los daños provocados lo dejaron fuera de combate. Tras el ataque, ningún otro buque inglés se acercó de noche a las costas.

La guerra de Malvinas terminó dos días después con la rendición argentina. Tardaron un mes en reparar al HMS “Glamorgan”, severamente averiado, para poder volver a su país; cuatro años después fue desafectado del servicio y vendido a la Armada de Chile que lo desafectó en 1998. Se hundió en 2005 en el Pacífico cuando lo remolcaban para desguace.

Finalizada la guerra, el Capitán Pérez y los otros oficiales se alistaron para hacer volar la ITB con granadas de mano, pero la orden fue que quedara tal cual estaba, para que los ingleses se sorprendieran cuando descubrieran el tipo de arma que se había empleado para atacarlos.

De hecho, basándose en el diseño de la ITB, los ingleses desarrollaron una versión mejorada a la que llamaron “Excalibur”, instalada como defensa de costa en el Estrecho de Gibraltar.

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