La insignia fue entregada un día como hoy, hace 195 años, a nuestro máximo héroe naval en reconocimiento por su desempeño durante el Combate de Los Pozos.

Sin dudas el Combate de Los Pozos, desarrollado sobre las costas de la actual Dársena Norte de la ciudad de Buenos Aires, el 11 de junio de 1826, representa uno de los enfrentamientos que mejor dimensiona el coraje del Almirante Guillermo Brown y su lúcida visión táctica y estratégica.

En aquel entonces, la escuadra nacional compuesta por cuatro buques y siete cañoneras, consiguió imponerse ante una flota brasileña de 31 naves que intentaba bombardear Buenos Aires por haber apoyado la cruzada libertadora de los Treinta y Tres Orientales.

La victoria patriota sería celebrada por casi 10000 porteños que desde los muelles, las azoteas de las casas y los campanarios de las iglesias habían sido testigos de los bombardeos cruzados.

Tal fue la importancia de aquel hecho que las damas porteñas organizaron un acto público para reconocer el valor de los marinos implicados y distinguir a Brown. Dichas mujeres conformaban un grupo de figuras femeninas que, involucradas en la política nacional, colaboraban activamente en el proceso independentista, ya sea recolectando bienes o prestando servicios.

Así, un día como hoy pero de 1826, entregaron una bandera corneta bordada por ellas mismas en seda natural, mitad azul celeste y mitad blanca. En su centro, entre gajos de mirto y laureles, también inscribieron cuatro líneas con hilo de oro: “11 de junio de 1826”.

Mariquita Sánchez de Thompson, quien encabezó la ceremonia, pronunció un discurso y dirigiéndose a Brown declaró: “Señor. Llenas de admiración y entusiasmo por vuestra conducta en la acción del 11 de junio, las Damas Argentinas han bordado esta bandera, y me han elegido para que en su nombre os la ofrezca como una sencilla pero sincera expresión de su reconocimiento. Ellas esperan que os acompañará en los combates que emprendáis en defensa de nuestra Patria”.

Desde allí, la bandera acompañó al Almirante Brown a lo largo de sus combates por mar, sumándose a su clásica insignia de mando blanca con la cruz de San Andrés en color azul.

Actualmente el escudo central de esa bandera se halla en custodia del Museo Histórico Nacional. Procede de la Colección Ángel J. Carranza, donada al citado museo el 9 de octubre de 1901. Por su parte, el Museo Naval de la Nación cuenta con una réplica de dicha insignia.

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