Ya sea al servicio de la Armada o como ministro de la Nación, su papel fue decisivo en la visión estratégica del país.

La marcada vocación de Manuel Domecq García lo llevó a explorar nuestro vasto territorio fluvial y marítimo, ver de cerca el crecimiento de la Flota de Mar, ser uno de los marinos más notables de su época y fomentar la modernización de la Armada.

A lo largo de su carrera, dejó un importante legado para la Armada y la Nación: contribuyó a delimitar límites con los países vecinos, estuvo en la construcción de la fragata ARA “Sarmiento” y los acorazados “Moreno” y “Rivadavia”, comandó la División del Río de la Plata y más tarde la Escuadra de Mar, vivió de cerca la guerra ruso-japonesa, fundó el Centro Naval y fue Ministro de Marina nacional.

Nació en Tobatí (Paraguay), el 12 de junio de 1859 y falleció el 11 de enero de 1951, en Buenos Aires, hace 71 años.

Con apenas 6 años, fue arrastrado por la vorágine de la guerra de la Triple Alianza que lo dejó huérfano junto a su hermana; ambos fueron criados en la Argentina por un tío materno.

En 1877 ingresó a la flamante Escuela Naval Militar que funcionaba a bordo del vapor “General Brown”. Destacado estudiante, egresó como Guardiamarina con excelentes calificaciones.

En las décadas finales del siglo XIX, la Argentina salió a explorar su vasto territorio terrestre, fluvial y marítimo, con el fin de definir límites con las naciones vecinas.

De varias de esas expediciones participó el joven Manuel Domecq García, remontando los ríos Pilcomayo, Paraná e Iguazú, realizando relevamientos hidrográficos y consiguiendo para sí una importante experiencia y conocimiento del tema.

De esta forma, en 1886 integró la comisión argentina de límites con Brasil, que mediante el relevamiento de los ríos Pepiry-Guazú y San Antonio, logró establecer la verdadera línea demarcatoria de la frontera con ese país.

Años más tarde, fue enviado a Inglaterra a verificar la construcción de la fragata “Presidente Sarmiento”, y una vez que el futuro buque escuela de la Armada Argentina estuvo listo, Domecq García retornó al país para ejercer como Jefe de la División del Río de la Plata.

Fragata “Presidente Sarmiento”.

Por entonces capitán, Manuel Domecq García fue designado presidente de la Comisión Argentina a Génova (Italia) para la construcción de los cruceros acorazados “Moreno” y “Rivadavia”, además de otros ya entregados a la Argentina: los acorazados San Martín, General Belgrano, Pueyrredón, Garibaldi y Patria. Pero el destino de los buques cuya construcción estaba fiscalizada por Domecq García iba a ser totalmente diferente a lo planeado: en 1902, la Argentina firmó con Chile un pacto de desarme y de equiparación del poder naval de ambos países, por lo que los dos acorazados se vendieron al Imperio del Japón, para evitar violar ese acuerdo.

Acorazado «Garibaldi».

En 1904, la guerra ruso-japonesa estaba en pleno desarrollo y el Imperio japonés había invitado al gobierno argentino para que designase un oficial de la Armada para asistir como observador de la guerra. La designación recayó en Domecq García, quien desde Génova se trasladó hasta el escenario de guerra. La misión de observador de guerra fue muy provechosa en la carrera del marino, quien se ganó la confianza del país nipón y tuvo ocasión de recorrer las instalaciones de diversos arsenales, su escuela naval, su escuela de maquinistas y diversos buques de guerra, además de asistir a más de una batalla naval.

Retornó a la Argentina en 1906. El 19 de mayo de 1908 recibió las palmas del almirantazgo al ser ascendido a Contraalmirante.

El 17 de diciembre de ese año, el presidente José Figueroa Alcorta lo designó presidente de la Comisión Naval creada para estudiar propuestas y recoger informes de los distintos astilleros que construirían buques para reforzar el poder naval argentino.

Esta comisión viajó a Europa y Estados Unidos y encargó la construcción de los dos buques de guerra más grandes del mundo en ese momento: estos dos acorazados fueron nuevamente bautizados con los nombres “Moreno” y “Rivadavia”.

Domecq García retornó a la Argentina después de tres años, siendo nombrado Comandante en Jefe de la Escuadra de Mar. Capitaneó el acorazado “Moreno” y ya con el grado de Vicealmirante comandó el acorazado “Rivadavia”, buque insignia argentino.

En 1922, Manuel Domecq García era el marino más prestigioso del momento. El presidente Marcelo Torcuato de Alvear lo designó Ministro de Marina, desde donde fue el factor de la modernización de la Armada, que vio incrementar su flota, especialmente por la adquisición de submarinos.

Ya como Ministro de Marina, fue el redactor del proyecto de acuerdo con la República del Uruguay para la determinación de la jurisdicción de ambos países sobre las aguas que los separan; del anteproyecto de formación de la Marina Mercante argentina de ultramar; de la remodelación del puerto de Quequén y la construcción de otro en la bahía Uruguay; del proyecto de explotación de minerales ferrosos y plumbíferos de la mina Valcheta, entre otras realizaciones.

Como Ministro de Marina, el almirante Manuel Domecq García también dispuso la realización de los planos y otorgó los fondos necesarios para la construcción de la parroquia Stella Maris, en Puerto Belgrano.

Vista actual de la parroquia Stella Maris en la Base Naval Puerto Belgrano.

Siendo ministro, y por cumplir el límite de edad, con el reconocimiento de toda la institución, se retiró de la actividad naval, luego de 58 años. Retirado de la actividad pública, se transformó en una persona de consulta a nivel gubernamental, por su experiencia y trayectoria.

El 11 de enero de 1951, a los 92 años, falleció luego de una vida de servicio a su país por adopción, al que contribuyó activamente a engrandecer su poderío naval. Obtuvo los máximos galardones y honores profesionales y el recuerdo admirado de sus compatriotas argentinos.

En su honor, un buque de la Armada llevó su nombre: el destructor torpedero ARA «Almirante Domecq García». La unidad, veterana de la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico, sirvió en la Marina de Estados Unidos hasta 1971, cuando fue transferida a nuestro país. En 1983 fue retirado del servicio.

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