El conocimiento teórico-práctico en los oficios y especialidades navales impartido en sus aulas es el cimiento para personal calificado y futuros profesionales.

La Escuela de Aprendices Operarios (ESAP) guarda un sello significativo en la cultura del trabajo obrero de la Zona Naval Puerto Belgrano, desde su fundación el 17 de mayo de 1937 hasta la actualidad, ya que su misión institucional es capacitar y formar jóvenes en oficios navales, como desde hace 85 años.

El 1° de marzo del 2006 la ESAP reabrió sus puertas –luego de un período de cese en sus actividades en 1998—para recuperar una capacidad necesaria en el país: la de reparar y construir buques y potenciar así la Industria Naval Argentina, que había ido diluyéndose por distintas cuestiones.

La Escuela de Aprendices Operarios fue y será el semillero obrero de varias generaciones. El conocimiento teórico-práctico en los oficios y especialidades navales impartido en sus aulas es el cimiento para personal calificado, e incluso para futuros técnicos e ingenieros.

Hoy la ESAP depende de la Jefatura de Mantenimiento y Arsenales de la Armada, y funciona en las instalaciones de la ex Escuela de Máquinas, Electricidad, Electrónica y Control de Averías, en tanto que las prácticas se realizan en los Talleres del Arsenal Naval Puerto Belgrano. Cuenta con especialidades navales específicas tales como Carpintería, Electricidad, Motores, Tornería, Soldadura y Electrónica.

Los inicios de la ESAP

Desde los orígenes mismos de la construcción del Puerto Militar en 1896, miles de obreros se desempeñaban en las más diversas tareas, desde operarios no calificados que hacían trabajo “de pico y pala” hasta los más especializados como los albañiles, picapedreros y carpinteros. 

En su mayoría eran europeos, aunque también había de otras nacionalidades. En este tiempo los obreros solo contaban con una formación práctica, es decir, con una experiencia adquirida en el lugar de trabajo.

Por ello, la necesidad de mano de obra calificada para el mantenimiento de las unidades de la Flota de Mar, de flotas pesqueras, comerciales y extranjeras, de vehículos de la Armada y de las propias instalaciones navales –además de la oportunidad, estabilidad laboral y trabajo formal de sus operarios– fueron impulsando una creciente capacitación obrera. De este modo nació la idea de crear una Escuela de Aprendices Operarios.

Es por ello que el 17 de mayo de 1937, el entonces Ministro de Marina Almirante Eleazar Videla, resolvió crear la ESAP, considerando que “los talleres han adquirido gran importancia y que ésta irá en aumento con el incremento de la Flota y que está bien establecer una graduación de jerarquía para los trabajadores más capaces”.

La historia cuenta que se encomendó la tarea de fundar la ESAP, mediante concurso, al puntaltense y Cabo Principal técnico mecánico electricista (RE) Pedro Quiroga Santos, quien luego fuera su regente durante tres décadas. Comenzó a funcionar en horario nocturno en la entonces Escuela Industrial de Punta Alta, fundada en 1919 con clases prácticas en los Talleres Generales de la Base Naval Puerto Belgrano.

La escuela no solo preparaba aprendices, sino que procuró que sus alumnos desarrollaran facultades intelectuales, físicas y morales. Los operarios se capacitaban en un oficio, se integraban a la vida naval como personal civil y se formaban como ciudadanos. 

Por la gran cantidad de alumnos, se comenzó a bregar por un edificio dentro de la Base Naval, que finalmente se concretó ocho años después, el 9 de febrero de 1945, donde actualmente funciona el Instituto Centenarios.

De 1945 a 1998, la ESAP integró el Departamento de Capacitación Técnica junto a la Escuela de Técnicas Especializadas y a una sección de investigaciones, en colaboración con el CONICET y la Universidad Nacional del Sur de Bahía Blanca.

Una fecha bisagra en la historia de la ESAP fue el 15 de febrero de 1967, momento en que se normalizó, para su formal funcionamiento, el Reglamento Orgánico. Tal reglamento regirá también al conjunto de otras escuelas de Aprendices Operarios del país que integraban la Armada Argentina en ese momento, tales como la de Río Santiago (1953) y, más tarde, la que funcionó en Comandante Espora (1969).

Como hace 85 años, los jóvenes que eligen la Escuela de Aprendices Operarios encuentran un espacio educativo teórico-práctico en conocimientos técnicos en diferentes oficios navales y, lo más importante, logran inserción en el mercado laboral, ya que gran cantidad de su alumnado es admitido para el ingreso como personal civil en arsenales y bases navales de la Armada.

Agradecimiento: a la División Documentación Histórica de la Base Naval Puerto Belgrano.

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