Nuestro buque escuela, orgullo de la Armada, de la Nación y de la industria naval de nuestro país, fue proyectada para sustituir al cruceroLa Argentina a mediados del siglo XX. En esta pequeña reseña se profundizarán las instancias de su construcción y el desarrollo de su primer viaje iniciado hace ya cincuenta años. Al remitirnos […]

Nuestro buque escuela, orgullo de la Armada, de la Nación y de la industria naval de nuestro país, fue proyectada para sustituir al cruceroLa Argentina a mediados del siglo XX. En esta pequeña reseña se profundizarán las instancias de su construcción y el desarrollo de su primer viaje iniciado hace ya cincuenta años.

Al remitirnos a la historia de nuestro actual buque escuela, debemos retroceder en el tiempo hasta el año 1938, cuando la fragata Presidente Sarmiento realizó su último viaje como unidad de instrucción de los cadetes de la Escuela Naval. A partir del año siguiente, aquella tarea quedó a cargo del moderno crucero La Argentina, recientemente adquirido a Inglaterra.

El 23 de agosto de 1949, el Comando de Operaciones Navales se dirigió al ministro de Marina,almirante Fidel Anadón, y planteó la necesidad de incorporar a la Flota de Mar el crucero La Argentina, desvinculándolode las actividades formativas del personal superior. Señalaba además que se debía proyectar la construcción de un navío de características marineras apto para la práctica de los cadetes en alta mar, de características modernas pero que contara con los elementos tradicionales para la navegación.Así, se señaló que el buque debía ser una unidad a vela con motor auxiliar y se esperaba que el mismo se construyese en el Astillero Río Santiago.

La intención dela Armada Argentina era la de diseñar una embarcación a la altura de los más altos estándares de la época. Tanto en el aspecto tecnológico y con las características adecuadas para navegar a vela y a motor.

El 13 de noviembre de 1953, el ministerio de Marina autorizó su construcción y el 11 de diciembre se comenzaron las obras en el Astillero Naval de Río Santiago. Para tal ocasión estuvo presente el presidente Juan Domingo Perón quien clavó el primer remache en la quilla de la nave.

Entre 1954 y 1955 se produjeron variaciones en el proyecto original y en la configuración de la nave. Por decreto N° 7922 del 27 de abril de 1956 se le impuso el nombre de Libertad, considerándose que el mismo representaba a una de las prerrogativas primeras del ser humano y por ser un sentimiento muy cercano al ideal de nuestros marinos.

En noviembre del mismo año, se resolvió que en el buque escuela Libertad se instalara como mascarón de proa una réplica del símbolo de la libertad en lugar de la proyectada anteriormente, que era similar al escudo que, como mascarón portara la nave La Argentina, al mando de Hipólito Bouchard.

La construcción de la fragata continuó durante los siguientes años con diversas modificaciones en su aparejo. Su puesta a punto fue cuidada, discutida y lenta; la misma fue varias veces interrumpida tanto por motivos técnicos, financieros y/o políticos. Sin embargo, el emprendimiento siguió adelante exitosamente, siendo motivo de enorme satisfacción para toda la industria naviera argentina por haber sido confeccionada en astilleros nacionales al igual que sus planos y diseños.

En el año 1961, se designó comandante al capitán de fragata Atilio Porretti. Este oficial,con gran experiencia en navegación a vela,fue el encargado de seleccionar al personal de gavieros, y recurrió para ello a los viejos contramaestres de la fragata Sarmiento. El 28 de mayo de 1963 fue entregada e incorporada oficialmente a la Armada con la correspondiente ceremonia de afirmación del pabellón. En los días siguientes se completó el alistamiento necesario para poner al buque en óptimas condiciones para afrontar la campaña de casi 6 meses que lo llevó a diversos puertos extranjeros.

Finalmente el 19 de junio de 1963, día prefijado para la zarpada, se celebró la ceremonia oficial presidida por el presidente José María Guido, quien leyó la correspondiente orden de zarpada. A las 16 horas el buque largó amarras y dio inicio a su primer viaje de instrucción, al mando del capitán de fragata Horacio Ferrari.

El viaje duró hasta el 6 de diciembre del mismo año, tocando puertos del océano Atlántico como los de Recife (Brasil), Boston (Estados Unidos), Lisboa (Portugal), Boulogne Sur Mer (Francia), Londres (Inglaterra), Dakar (Senegal) entre otros, contando entre sus invitados a los becados de las marinas de Estados Unidos, Paraguay, Perú, Brasil y Uruguay, y los representantes del Ejército y de la Aeronáutica Militar Argentina, finalizando con un saldo de 66 días de puerto, 104 días en el mar y 18257 millas navegadas.

La realización y posterior culminación del primer viaje de instrucción de la fragata Libertad significó el epílogo de un exitoso y laborioso trabajo conjunto entre el Estado Nacional, la industria naval de nuestro país y la Armada Argentina, ya que supieron complementarse cada uno en su medida y desde su lugar,en la construcción de uno de los buque escuela más importantes y prestigiosos del mundo.

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