Suboficial Segundo Enfermera Analía del Valle Colque

“La Armada Argentina me dio la posibilidad de hacer lo que me apasiona” 

El 26 de agosto del 2019, se celebró en Argentina por primera vez el Día del Vacunador/a en homenaje al nacimiento del doctor Albert Sabin, creador de la vacuna oral contra la poliomielitis. Ésta vacuna, junto con la creada por el doctor Jonas Salk, contribuyeron a frenar la enfermedad que asoló al mundo en 1956. 


jueves 26, agosto 2021

La celebración por el Día del Vacunador/a se instauró a través de la sanción de la Ley 27.491 que reemplazó a la normativa de 1983, con el objeto de garantizar nuevos controles, darle al Estado la responsabilidad de mantener actualizado el Calendario Nacional de Vacunación y promover su efectivo cumplimiento.  

Hoy el mundo se encuentra nuevamente sacudido por una pandemia, la del virus Covid-19, y es en este contexto que reconocemos la tarea, el esfuerzo y el compromiso de todo el personal sanitario que trabaja en pos de la inmunización de la población aplicando las vacunas para paliar la propagación del coronavirus.  

Homenajeamos al personal de la Armada Argentina con la historia de vida de la Suboficial Segundo Enfermera Analía del Valle Colque, oriunda de Rosario de Lerma, localidad salteña ubicada a 35 kilómetros de la Ciudad capital.  

La enfermera lermense, lleva más de 20 años en la Institución y desde el 11 de mayo del 2020 se encuentra prestando servicio en comisión, en el Centro de Aislamiento y Atención Médica «Bahía Esperanza», en el predio del Apostadero Naval Buenos Aires en la CABA.  

Al momento de iniciar la comisión, la suboficial se encontraba de pase en el Cuartel General del Estado Mayor de la Armada (CUEM) y a partir de este año, su destino es el Hospital Naval «Cirujano Mayor Doctor Pedro Mallo» (HNPM), también en Buenos Aires. 

El centro, donde hoy desarrolla su trabajo diario, depende de la coordinación de Bienestar y Salud del Personal de las Fuerzas Armadas del Ministerio de Defensa de la Nación y está abocado principalmente, a la atención médica de pacientes con sintomatología leve de Covid-19. 

En el marco de la pandemia, la Suboficial Colque se desempeña como encargada de logística y de la distribución de material a los distintos hospitales militares: “En este centro, semanalmente, se prepara todo el material para que posteriormente los hospitales lo vengan a buscar”, explicó una de sus tareas.  

De Rosario de Lerma a Buenos Aires 

Transcurría 1996, cuando Analía a los 17 años apenas terminado el secundario decide ingresar a la Armada Argentina. No tenía familiares dentro de la Fuerza, pero supo de la Armada a través de la Delegación Naval de su provincia. 

“Me inscribí, rendí, y me acuerdo perfectamente la fecha en la que entré, fue el 6 de febrero de 1996”, contó con precisión. A pesar de su corta edad, Analía manifestó que su familia estaba de acuerdo con el ingreso: “Sabían que acá iba a seguir estudiando y la gran posibilidad laboral que significaba en ese momento.”.  

Una vez incorporada en la Armada, realizó el primer año en la Escuela de Suboficiales de la Armada en Buenos Aires y el segundo, lo continuó en Puerto Belgrano, hasta egresar con la especialidad Naval de Enfermería, en agosto de 1998.  

Su primer destino fue el Hospital Naval Pedro Mallo (HNPM) –donde estuvo 3 años adquiriendo una vasta experiencia profesional—y luego, la Escuela Naval Militar (ESNM) en Río Santiago, donde permaneció 7 años.   

“Cuando llegué a la escuela, ingresaba la primera promoción de cadetes mujeres, fue un momento importante, porque hasta ese momento no había oficiales mujeres del cuerpo comando”, recordó, “aunque no tomé real dimensión de ello hasta más adelante”, aseguró. 

Cumplido ese tiempo, volvió al “Pedro Mallo”. En este destino estuvo 12 años, el mayor tiempo en toda su carrera, donde prestó servicios en Traumatología. Del HNPM pasó al CUEM y enseguida la destinaron en comisión al Centro de Aislamiento y Atención Médica «Bahía Esperanza». 

Lejos de su provincia, pero muy cerca de su vocación, Analía formó su familia con el Suboficial Principal Comunicante Delicio Mateo Guaymas con quien tuvo a Lucas Joaquín, hoy de 15 años. Sin embargo, no deja de viajar a su querida Salta, donde están sus raíces y vive toda su familia. 

“Salta es una provincia grande, así que cada vez que viajamos, aprovecho a conocer nuevos lugares. La clave para descansar y olvidarme de todo, es subir algún cerro o hacer largas caminatas y Salta tiene lugares muy lindos para ello”, afirmó. 

Disfruto plenamente de mi profesión” 

Así como cuando viaja a Salta, Analía confiesa que también disfruta de la posibilidad que le brinda la Armada, de conocer nuevos lugares, y confiesa que es lo que más disfruta del ámbito naval.  

Entre sus anécdotas, la salteña contó que varios años seguidos participó en la incorporación del personal de marinería Tropa Voluntaria y también de suboficiales, y tuvo la oportunidad de conocer otras provincias como Tucumán, Jujuy, Misiones Corrientes y Mendoza.  

Y en el 2018 prestó servicios en comisión en el operativo de apoyo a la Cumbre del G-20 en Buenos Aires, “también fue una experiencia muy enriquecedora”, expresó. 

Hoy afronta un nuevo desafío en su carrera, que le aportará también nuevas experiencias. A disposición del área de bienestar de Defensa, la Suboficial Colque trabaja de manera coordinada con profesionales de la sanidad de las otras Fuerzas Armadas. “Es una modalidad distinta de trabajo, pero me adapté bastante bien, me siento contenta en este momento; y trabajar mancomunadamente, me gratifica”, destacó. 

En este contexto de pandemia, el personal sanitario debió informarse y capacitarse frente a lo desconocido: “Hicimos cursos sobre manejo de los elementos de protección personal para poder brindar una mejor atención a los pacientes”. 

“En el centro, realizamos hisopados y también vacunamos. Cuando llegué, no dimensioné la importancia de mi lugar ahora; como cuando estuve en la escuela con el ingreso de las cadetes femeninas”, dijo.  

El curso de vacunación contra el virus Covid-19  lo hizo en el marco de esta comisión en el centro «Bahía Esperanza», ubicado en el Apostadero Naval Buenos Aires. Además de su especialidad en Enfermería, complementó sus conocimientos con la licenciatura y realizó diferentes cursos sobre enfermería laboral y legal.  

El personal desplegado en este centro de atención médica, fue el encargado de hisopar a quienes participaron de la Campaña Conjunta Socio Sanitaria en el litoral argentino, al personal que embarcó en la fragata ARA “Libertad” para realizar el actual XLIX Viaje de Instrucción, al contingente argentino que viajó a la República de Chipre en Misión de Paz e incluso, al que participó de la última Campaña Antártica de Verano en el continente blanco. 

En referencia a su desempeño dentro de la Armada Argentina dijo: “Para cada integrante de la Institución pertenecer a la Fuerza tiene un sentido particular, en mi caso, me siento muy orgullosa de pertenecer a la Armada brindando cuidado, que es mi profesión y donde se suman dos cosas: soy personal militar y personal de salud”.  

Y a modo de conclusión indicó: “Disfruto plenamente de mi especialidad, me gusta mucho lo que hago, y la Armada me dio la posibilidad de hacer lo que me apasiona”. 

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