El Subteniente Daniel Pedroza Picazzo llegó a nuestro país un día antes de que zarpara el buque escuela de la Armada Argentina para iniciar su 50º Viaje de Instrucción, el 30 de abril pasado, en Buenos Aires.
Es uno de los 11 invitados de otras Fuerzas Armadas nacionales y extranjeras e institutos de formación que viajan a bordo del navío, compartiendo vivencias con los futuros oficiales de la Armada Argentina.
El joven mexicano tiene 24 años y es nacido en la ciudad de Veracruz, allí lo esperan integrantes de su familia materna, amigos del colegio secundario y de la Escuela Naval, que está emplazada en dicha ciudad.
Cuenta el Subteniente Pedrozza Picazzo: “En la Armada de México hacemos 5 años de la Escuela Naval, ahí cada quien elige su carrera, yo elegí Cuerpo General, que sería Comando Naval en Argentina. Una vez que terminamos ese período de estudio sigue un año más de pasantía, ya de Guardiamarina. Es un año en una unidad de superficie en servicio, para reforzar los conocimientos recibidos en la Escuela Naval e impulsar al Guardiamarina a presentar un cargo”.
“Yo estaba realizando esa práctica en una unidad de superficie en Ensenada, que queda en Baja California, y es uno de los principales puertos comerciales de México. Me llegó la invitación a mitad de mi pasantía, me llamaron para avisarme que Argentina me había invitado a navegar en su fragata por dos meses y medio. Para mí, fue una sorpresa muy grande, porque hace dos años que por la pandemia no había invitaciones de ningún país, ni tampoco el mío las realizaba”.
Si bien entonces no tuvo tiempo de recorrer el país antes de embarcar, afirma que “sin dudas voy a volver a Argentina, quiero conocer Buenos Aires, Mendoza y Bariloche”.
En cuanto a la experiencia a bordo, Daniel expresa: “Es indescriptible, yo no sabía qué esperar, pero cuando conocí a las personas, el recibimiento que me dieron me hizo muy feliz. Fue tan grande la sorpresa que les puedo decir que me siento como en una segunda casa”.
“Me están argentinizando, con el mate y el asado, fue muy grato compartir este tiempo y me llevo una gratificación mayor: saber que los argentinos tienen una imagen de México impecable, me hace sentir un gran orgullo. En breve me toca ser anfitrión en Veracruz y quiero que se lleven la mejor cara de México, la más bonita de todas, un recuerdo grato de mi país”.
Con respecto a la vida a bordo de la fragata, el Subteniente mexicano dice que “es igual a la de nuestro buque escuela, la esencia es la misma; reforzar el espíritu marinero, los conocimientos marineros, la navegación astronómica y por estima costera, conocimientos en máquinas y la responsabilidad en el puente de comando, tal como lo que hacen aquí”.
“La fragata me dio la posibilidad de conocer a otros invitados extranjeros, eso precisamente le comentaba a mi papá, quien es Capitán de Navío de la Armada de México, que me llevo para toda la vida el haber compartido no solo con los argentinos sino con hermanos de otras Armadas como Chile, Paraguay, Perú, Bolivia, Brasil, porque me permitió conocer sus puntos de vista y cómo se relacionan”.
“Es muy importante resaltar el evento ‘Velas Latinoamérica’ para estrechar lazos de camaradería, amistad e intercambio cultural, porque todos hacemos lo mismo: nos dedicamos al mar, a la defensa exterior. Es importante para un oficial recién egresado, como yo, vivir esta experiencia y compartir con diferentes Armadas de Latinoamérica”, afirma Pedroza.
Está previsto que el buque escuela de la Armada Argentina, junto a otros veleros que participan del “Velas Latinoamérica 2022”, arriben mañana al puerto de Veracruz, donde se realizará el cierre del evento náutico.
“Para mí, volver a Veracruz como oficial en un buque como el de Argentina es un premio, y más orgulloso que yo está mi papá, se siente feliz. Mi familia estará allí para darme la bienvenida. Hace 9 meses que no voy por allá, como soy hijo de un militar estuve de lugar en lugar, pero en vacaciones volvíamos a Veracruz. Esa ciudad me recuerda mi infancia, tiene una parte de mi vida que no me lo va a dar ningún otro lugar, volver me provoca siempre alegría”.
En Baltimore (Estados Unidos de Norteamérica), llegará a su fin el embarco del joven mexicano, y con anticipada nostalgia expresa: “De los argentinos me llevo que son personas super amigables, muy acogedores, curiosos, y a mí me encanta contar sobre mi país. Me llevo el mate, el asado, la carne argentina es lo mejor que he probado y el segundo platillo favorito es la milanesa a caballo. Pero, sobre todo, la alegría de los argentinos, que además de ser muy profesionales, siempre tienen una sonrisa”.