Teniente de Fragata Médico Natalia Belén Torres Corpos

“La Armada Argentina es una Fuerza de hombres y mujeres con valores en común”

Hoy es el 144 aniversario de la Sanidad Naval, y en homenaje a todos los profesionales de la salud de la Armada Argentina, presentamos a la Teniente de Fragata Médico Natalia Belén Torres Corpos, quien está a cargo de la Sanidad de la Base Antártica Conjunta Orcadas.


viernes 21, abril 2023

Orcadas (Isla Laurie) – Un día como hoy, pero de 1879 se creó el empleo de Cirujano General de la Armada como Jefe del Personal Médico de la Fuerza, fecha en la que se instaura el Día de la Sanidad Naval.

Como ejemplo de trabajo cotidiano, servicio a la Patria y ejercicio de soberanía, y en homenaje a todos los profesionales civiles y militares que brindan apoyo y sostén al mismo, presentamos a la doctora santiagueña que cuenta su experiencia como profesional Médico, su actual actividad en la Antártida y los recuerdos más queridos de su ciudad y provincia.

La Teniente Torres Corpos tiene 34 años, ingresó hace muy poco a la Armada -en 2021-, y hoy se encuentra destinada en Orcadas, la base antártica más antigua del país, donde invernará durante este 2023 hasta febrero del próximo año como integrante de la Dotación 119, número que marca los años de la presencia ininterrumpida de la Argentina en la Antártida. El Jefe de base es el Capitán de Corbeta Guillermo Ramón Cardozo.

En su función profesional, la Teniente Torres Corpos realiza la atención médica de los miembros de la dotación compuesta por personal militar de las tres Fuerzas Armadas, quienes desarrollan tareas logísticas en apoyo a las actividades científicas, técnicas y de servicios en el continente blanco, contempladas en el Plan Anual Antártico. A los que se suman Guardaparques Nacionales, integrantes de la Dirección Nacional del Antártico (DNA), y del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).

“Mis expectativas se centran en el bien común y la importancia de tener un grupo cohesionado, y en el desarrollo personal de obtener lo mejor de mí en un ambiente extremo”, destaca la doctora, quien describe su estadía antártica como “algo inimaginable” para ella.

Lo cierto es que Belén Torres Corpos cambió las tranquilas y calurosas tardes de su ciudad natal por el frío bajo cero de la Antártida. Más de 11 mil kilómetros la separan de su hogar en Santiago del Estero, pero ella está feliz de ejercer su profesión y convertirse en antártica.

Con el traslado de la dotación de Orcadas a bordo del rompehielos ARA “Almirante Irízar”, en el marco de la Campaña Antártica de Verano 2022/23 (CAV), se concretó el sueño de Belén de vivir un año en la Antártida.

La médica santiagueña relata que su curiosidad la llevó a elegir la Armada para desarrollar su profesión: “Quería algo más que estar en un consultorio; animarme a ver y descubrir otros ámbitos y funciones que las limitadas al profesional médico”.

También, el apoyo de varias colegas amigas le marcó un camino de posibilidades en la Armada y generaron en ella un sentimiento de aventura. Le contaron acerca de ejercer la medicina en zonas de conflicto, en lugares remotos del mundo como la Antártida, o navegando en el mar y ríos a bordo de diferentes unidades de superficie, como el tradicional Viaje de Instrucción de la fragata ARA “Libertad”: “Esas historias me alentaron el deseo de ingresar; y yo quería eso”, revela. Además, al momento de decidir su ingreso a la Armada contó con el sostén incondicional de su familia.

Belén se encontraba finalizando una residencia en Diagnóstico por Imágenes cuando en agosto del 2021 realizó el Curso CUINA (Curso de Integración Naval) en la Escuela Naval Militar (ESNM), destinado a los profesionales universitarios que desean ingresar a las filas de la Armada.

“Lo que más he aprendido en la ESNM fue disciplina, y sobre todo camaradería. Fue una etapa de desafíos y crecimiento personal”, sintetiza. El 15 de diciembre de ese año, egresó como Oficial de Marina con la jerarquía de Teniente de Fragata médico.

Su primer destino fue casualmente la ESNM y enseguida fue procesando la idea de postularse como voluntaria para prestar servicios en la Antártida: “Me convencí de que era una experiencia única, que iba a fortalecerme como profesional y persona, y que sería un desafío irrepetible”, y lo logró, comenzando el adiestramiento y alistamiento para la invernada en el Comando Conjunto Antártico (COCOANTAR), dependiente del Estado Mayor Conjunto (EMCO).

Respecto a qué significa la Armada para ella, reflexiona: “La definiría como una Fuerza de hombres y mujeres con valores en común; gente dispuesta a bregar por el bien de la Patria”. Un concepto que alcanza gran relevancia en su puesto de trabajo actual en la Antártida.

Su Santiago añorado

La médica oriunda de La Banda, describe a su ciudad como “pequeña y tradicional”. Aunque es un lugar tranquilo, constituye la segunda ciudad más importante en la provincia, de clima caluroso todo el año.

Ubicada sobre la orilla izquierda del río Dulce, La Banda se encuentra a pocos minutos de la ciudad capital, cruzando el río por su famoso puente carretero.

“Es como un pueblo porque nos conocemos todos, y mantiene muchas tradiciones como ser el folclore”, explica la médica naval. Se conoce a La Banda como “cuna de poetas y cantores” y es la sede de La Fiesta de la Abuela que organiza la familia Carabajal en homenaje a su madre.

“Nací el 6 de febrero de 1989, mes del Festival Nacional de La Salamanca”, dice la hija primogénita de la familia: “Mamá me contaba que había nacido en una época de mucho calor y todos estaban en pleno carnaval. Papá esperaba mi nacimiento para avisar por teléfono a sus amigos. Es que Santiago tiene esa particularidad, somos muy amigueros y familieros; gente hospitalaria que disfruta agasajar a quienes llegan a su casa”.

Su mamá Graciela es rectora de la Escuela Normal Manuel Belgrano, donde Belén asistió como alumna desde jardín de infantes hasta la secundaria; su papá Francisco es administrativo en los Tribunales de La Banda, y es “quien cultiva e incentiva a sus hijos a tener lazos amistosos tan fuertes que llegan a considerarse familia”, señala Belén, la mayor de cuatro hermanas: Florencia, que estudió Relaciones Internacionales, Luján que está cursando Ingeniería Química, y Julieta, que se encuentra finalizando su carrera de Fonoaudióloga.

“El hecho de que estudiemos y seamos profesionales es una herencia de mis padres, y considero que por eso, he llegado a donde estoy”, enfatiza la joven que estudió Medicina en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario.

Tal es su apego al terruño que la Teniente Torres Corpos llevó una bandera de Santiago del Estero a Orcadas. También la acompañan en su estadía fotos familiares e imágenes religiosas: “Son mi protección; mis papás son muy creyentes”.

Día de la Sanidad Naval

Hoy es el Día de la Sanidad Naval porque el 21 de abril de 1879 por decreto presidencial de Nicolás Avellaneda –y siendo su Ministro de Guerra y Marina el General Luis María Campos– se creó el cargo de Cirujano General de la Armada con jerarquía de Teniente Coronel como Jefe del Personal Médico del Arma, siendo designado para tal función al doctor Pedro Mallo.

Históricamente, las cuestiones vinculadas a la salud del personal del Ejército o la Marina de Guerra se mantenían bajo el alcance de la Sanidad Militar, cuya máxima autoridad residía en un Cirujano Mayor del Ejército; realidad modificada con la creación del Cirujano General de la Armada.

Así, avalado por el Presidente Avellaneda, la Armada pasaba a contar con un jefe médico propio: el doctor Pedro Mallo sería el primero en ocupar esta función, convirtiéndose en el referente principal de la Sanidad Naval.

Los profesionales de Sanidad Naval trabajan día a día en el bienestar del personal de la institución y de sus familias, y desempeñándose en diversos ámbitos de la Armada: buques de la Flota de Mar, unidades navales, aeronavales y de Infantería de Marina, hospitales y escuelas de la Armada, bases antárticas, en misiones de paz en el extranjero y equipos de trabajo en las ediciones anuales de la Campaña Sanitaria Fluvial en el litoral del país.

El personal fue eslabón fundamental en la cadena de ayuda humanitaria de las Fuerzas Armadas en la Operación “General Manuel Belgrano I y II” por el virus COVID-19 y el Plan de Vacunación Nacional más importante en la historia del país. Asimismo, recordamos este día al personal de la salud que participó en el Conflicto del atlántico Sur a bordo de las unidades operativas y desde las bases de apoyo, y a las unidades hospitalarias como el rompehielos ARA “Almirante Irízar” y el transporte polar ARA “Bahía Paraíso”, que fueron adaptados para constituirse como buques hospitales durante la guerra; este último distinguido por la Cruz Roja Internacional como la unidad hospitalaria flotante más importante de Latinoamérica.

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