Agente Civil Fotógrafo Efraín Lobato

“Mi función es marchar junto a los Infantes de Marina”

En el Día Nacional del Fotógrafo, presentamos a Efraín Lobato fotógrafo de la Revista Desembarco de la Infantería de Marina de la Armada Argentina , quien nos relata su acercamiento, pasión y experiencia profesional, destinado en el Comando de la Infantería de Marina (COIM).


martes 21, septiembre 2021

Puerto Belgrano – Cada 21 de septiembre se conmemora el Día del Fotógrafo por la llegada al país del daguerrotipo, que cambió la perspectiva de las imágenes en el mundo entero. La técnica fue creada por Louis Daguerre en Francia en 1839.

Efraín Lobato realizó varios cursos de fotografía en la zona y está finalizando la Tecnicatura en Emprendimientos Audiovisuales en la Universidad Provincial del Sudoeste con extensión en Punta Alta, mientras desarrolla su trabajo en la Revista Desembarco desde el 2014. El próximo año tiene el objetivo de continuar la Licenciatura en Comunicación a distancia en esa unidad académica.

Efra, como lo conocen muchos en la Base Naval Puerto Belgrano, nació y se crió en Punta Alta, donde vive actualmente y tiene su familia. “Soy puntaltense; mi padre Miguel Ángel Lobato y mis abuelos, Vicente de Huanguelén y Carlos de Santa Fe, integraron las filas de la Armada Argentina. Mi abuelo paterno Vicente era de la 6ta promoción de Infantería de Marina de suboficiales, todo un orgullo para mí”, expresa.

De allí deriva su sentido de pertenencia a la Institución mucho antes de su ingreso, al provenir de una familia naval, que se completa con su mamá Patricia, su hermano mayor Joaquín y sobrina Paulina.

Efraín realizó la primaria en la Escuela Nº 23 “Ricardo Gutiérrez” y la secundaria entre el Instituto “José Manuel Estrada” de Punta Alta y el colegio diocesano “Monseñor Miguel Ángel Alemán” de Ushuaia. “Terminé el secundario en ‘punta’ pero algunos años estuvimos viviendo en Tierra del Fuego porque mi papá estuvo destinado en esa zona naval”, comenta. Y siempre jugó al Rugby para Rugby Club Puerto Belgrano.

En el 2014 tuvo la oportunidad de ingresar como Personal Civil en la Institución y desplegar su pasión por la fotografía, retratando el accionar de los hombres y mujeres de la Armada Argentina.

Contó que sus inicios en la fotografía empezaron de la mano de una cámara Nikon D3100. “En el 2011 me topé con la fotografía porque en mi casa había una cámara dando vuelta y me la apropié”, sonríe. “De a poco y sin darme cuenta, le fui dedicando más tiempo a la cámara y a los procesos de la fotografía, que al resto de las actividades que tenía hasta ese momento.”.

Realizó diversos cursos con Gustavo Ciancio y Gustavo Lobos en la ciudad vecina de Bahía Blanca aunque reconoce que mucho de los conocimientos que tiene, los adquirió de manera autodidacta. “Recuerdo que mi primer trabajo fue en un concesionario que necesitaba actualizar las imágenes de su página web y de los catálogos. Con el paso del tiempo y por los trabajos que realizaba me di cuenta que la iluminación es lo que más me gusta y siempre busco aprender más sobre este tema”, relató.

Durante sus capacitaciones, Efraín comenta que es inevitable no mencionar el lugar donde trabaja, situación que genera mucha curiosidad y preguntas de sus compañeros. “Muchos quedan sorprendidos cuando comparto algunas fotos que saco con el fin de evaluar la técnica aplicada. Sucede que para los que trabajamos dentro de una Fuerza y por tener familiaridad y cariño por la Armada no tomamos dimensión de la tarea que realizamos y el escenario donde nos desempeñamos, que es un plus en esta profesión”.

A una década de sus inicios en el oficio y con 32 años de edad, reconoce tener hoy una mirada distinta al momento de fotografiar y respecto de otros equipos que le permiten desplegar su arte, en comparación con sus primeras realizaciones. “Me considero ‘nikonista’. Tengo una Nikon Z6 propia y en el trabajo se adquirió una Nikon 7100 que uso cotidianamente”, aseguró.

“Comparo todos los trabajos y se nota un progreso. Las coberturas realizadas con la Infantería de Marina han contribuido a mi crecimiento profesional. El escenario y las actividades son muy dinámicas y cada despliegue, es una oportunidad”, reconoció.

De todos los trabajos que puede realizar, los retratos son lo que más le gusta hacer. “Aprovecho las comisiones y los despliegues para retratar a la gente en su puesto de trabajo, es la oportunidad que tengo para reflejar el esfuerzo y concentración en su tarea y al final del día les dejo un retrato de su estilo de vida”.

Y destacó: “La fotografía te da la posibilidad de congelar un momento e inmortalizarlo para la posteridad. Hay que tener paciencia y estar ahí porque la fotografía es un instante”.

Fotógrafo de Desembarco y la Infantería de Marina

Efra evoca su ingreso en la Armada Argentina a través del COIM que buscaba profesionalizar la Revista Desembarco. “En aquellos años, la revista se realizaba con mucho esfuerzo. No había diseñadores ni fotógrafos estables, situación que cambió ese año cuando se generó una vacante que me permitió embarcarme en el quehacer diario de la Institución”.

Los nervios estuvieron presentes en sus primeros pasos. “La primera foto que hice fue a una promoción de egresados y me encontré con que tenía que organizar una foto con 50 personas”. Entre risas admite que esa primera fotografía no fue de sus mejores trabajos y que no lo dejó muy conforme, pero el tiempo y la experiencia le dieron la confianza para dar lo mejor en cada toma.

Si bien su puesto de trabajo está en Desembarco, físicamente en la Fuerza de Infantería de Marina de la Flota de Mar (FAIF), se desempeña como fotógrafo de la Infantería de Marina dependiente del COIM.

Admite que al tener su oficina en la FAIF, tiene la ventaja de tener el contacto permanente con los batallones y su gente. “Generamos con el tiempo la confianza con el personal y eso nos permite a todo el equipo que conforma la revista realizar una mejor cobertura. Se hace más fácil, ameno y todos saben que soy el fotógrafo de la IM”.

En este período de pandemia por el virus Covid-19 y de acuerdo a los protocolos aplicados, el destino se organizó para darle continuidad a la revista. “Tenemos un buen equipo de trabajo y se imprimen dos ejemplares al año. Mi mayor esfuerzo está en la tapa y contratapa, y cada vez que se propone un número de la revista, se arma el esquema para la producción de fotos. Eso me fascina”, destacó.

Y de todas las fotografías que ha realizado en la Infantería de Marina, dice sin lugar a dudas, que su mejor producto es un tiro nocturno, producción que le llevó tiempo de coordinación pero con muy buenos resultados.

En la actualidad, los avances tecnológicos y los diferentes dispositivos que existen, proporcionan resultados distintos. “Para una revista papel se necesita un respaldo fotográfico de calidad, y eso sólo se logra con la cámara. El uso del celular o el drone, nos da la instantaneidad o el macro de un lugar, y admito que es novedoso y causa impacto, pero la cámara nunca va a dejar de existir”, expresó con convicción.

Como parte de sus experiencias en la Armada, mencionó que tuvo la oportunidad de cubrir una etapa anfibia a bordo del destructor ARA “Almirante Brown” y de participar también en la provincia de Corrientes, de una campaña con los Infantes de Marina del Batallón de Infantería de Marina N° 3 (BIM3). “Los despliegues son parte de las experiencias lindas que me da esta profesión”, aseguró.

Efraín Lobato no imaginó que el acercamiento con aquella vieja cámara familiar le diera la oportunidad de ejercer como fotógrafo de la Infantería de Marina. “Estoy muy contento con lo que hago y me agrada el lugar donde ejerzo la profesión. Mi función como fotógrafo en la Armada Argentina es marchar junto a los Infantes de Marina”, concluyó.

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