Teniente de Fragata Farmacéutica María Julia Lobos

“Quiero dar apoyo y poner mi profesión al servicio de la gente”

Un día como hoy, pero del 2009, la Federación Internacional Farmacéutica estableció el Día Mundial de la Farmacia. En homenaje a todos los profesionales farmacéuticos, María Julia Lobos cuenta su actividad desde que ingresó a la Armada Argentina, que incluye campañas sanitarias y labor hospitalaria. Hoy es la Jefa de Farmacia del Hospital Naval Ushuaia en Tierra del Fuego.


domingo 25, septiembre 2022

USHUAIA – María Julia Lobos es oriunda de Bahía Blanca, estudió la carrera de Farmacia en la Universidad Nacional del Sur y, una vez egresada, tras realizar sus prácticas profesionales en el Hospital Naval Puerto Belgrano, ingresó a la Armada Argentina en el 2019 como Teniente de Fragata del Cuerpo Profesional.

Hoy es la Jefa del Departamento Farmacia del Hospital Naval Ushuaia (HNUS), en la capital de Tierra del Fuego, destino en el que se encuentra desde principios de este año. “Son muchas y variadas las tareas habituales que se realizan desde el Departamento, siendo la principal el abastecimiento de insumos médicos y de medicación al hospital”, introdujo la Teniente de Fragata Lobos.

“Este año armamos una Farmacia de Quirófano, ya que anteriormente era una pequeña sanidad que, con la reinauguración del quirófano, creció mucho. Con otra colega farmacéutica, organizamos todo el circuito de funcionamiento, de compras y demás. Fue un gran desafío y aún sigue siéndolo”, describió la profesional de la Armada.

Este año realizó una capacitación en Organización en Gestión Hospitalaria en la Asociación Argentina de Farmacéuticos Hospitalarios y contó que fue implementando esas capacidades en su ámbito laboral. “Circuitos de dispensa, nuevas planillas, reuniones de comité que involucran a la Dirección, Subdirección y otros profesionales del HNUS, donde la idea es apuntar al trabajo en equipo y en hacer cambios y mejoras para todos”, expresó.

Actualmente, en el hospital, se está capacitando en esterilización de quirófanos y consultorios al personal civil y militar del ámbito farmacéutico y de enfermería. También se dictan charlas sobre gestión de residuos peligrosos y patológicos, “brindamos este espacio a todo el personal del hospital sobre el buen uso y manipulación de los mismos”, remarcó la farmacéutica.

Otros temas de importancia son el uso del oxígeno y los gases medicinales, y también la vacunación. “Ya realizamos varias campañas de Covid-19 y antigripal, y ahora estamos con las de sarampión, paperas, rubeola y poliomielitis con niños; hacemos un trabajo en cordinado con personal del Ministerio de Salud y de otros hospitales de la zona”, agregó.

“El propio stock de medicación ha crecido mucho, complejidad que implicó, por ejemplo, nuevos depósitos y dar lo mejor de cada uno para que siga creciendo la farmacia como servicio organizado. La farmacia es el corazón del hospital –enfatizó– porque sin insumos y sin medicación ningún servicio puede funcionar, y nuestra tarea como farmacéuticos es proveer y asegurar el buen uso de los insumos y la medicación”.

El Hospital Naval Ushuaia ha incorporado nuevas especialidades médicas y continúa creciendo y, por ello, María Julia se siente satisfecha de tener la oportunidad de aplicar todos aquellos conocimientos incorporados en destinos navales anteriores como el Hospital Naval Buenos Aires “Cirujano Mayor Doctor Pedro Mallo”.

Allí, durante dos años, cumplió funciones como Jefa de los pañoles de medicamentos y materiales biomédicos, tarea de gestión y control del armado de pedidos para pacientes internados. “Durante la pandemia se evidenció la importancia del espíritu de cuerpo, del trabajo en equipo y el papel fundamental de la Sanidad en la Armada. La expectativa es seguir aprendiendo, capacitándome, vivir nuevas experiencias y sentirme parte del destino en el que me encuentre”, aseguró.

“El desafío siempre es seguir creciendo”

María Julia Lobos contó que, al poco tiempo de ingresar a la Armada, tuvo la oportunidad de embarcarse en una campaña sanitaria que la llevó a recorrer las provincias de Entre Ríos, Santa Fe y Corrientes. Fue la primera vez que la Armada contó con una farmacéutica propia en esta operación: “Fue una experiencia muy interesante que implicó la asistencia conjunta con colegas de otras Fuerzas y Ministerios”, dijo, al tiempo que aseguró que la Armada le permite reforzar su capacidad de adaptación.

“De cara al futuro, el objetivo es seguir sumando valor, tanto desde el aspecto profesional, como desde el humano. El desafío siempre es seguir creciendo”, remarcó. Y si algo le resulta interesante del ámbito naval a la joven profesional bahiense es “la combinación de las costumbres navales con las profesionales; la cooperación entre distintas profesiones es muy enriquecedora y estimulante”.

Bahía Blanca en sus recuerdos

María Julia nació en el barrio Pacífico de Bahía Blanca y cuando estaba en 3° grado de la escuela primaria se mudaron al centro de la ciudad. Contó que hizo el colegio primario y secundario en el “María Auxiliadora” y nunca se había planteado formar parte de alguna Fuerza Armada, aunque su abuelo perteneció al cuerpo profesional del Ejército.

“Mi ingreso a la Armada está relacionado a que siempre me gustó el ámbito de la farmacia hospitalaria y formar parte de equipos interdisciplinarios. Cuando cursaba el último año de universidad conocí el Hospital Naval Puerto Belgrano al realizar mis prácticas profesionales allí, y desde ese momento consideré la posibilidad de ingresar. Además, tengo a uno de mis hermanos que es fotógrafo en la Armada, quien también me comentó sobre esta forma de vida”, relató.

En su ciudad natal continúan viviendo sus dos hermanos y sus padres, amigos, compañeros y afectos. “Si tengo que definir personalmente a la Armada con una palabra o frase, la Armada, como dije, es adaptarse. En mi caso, tuve que adaptarme del ámbito civil al militar; a las mudanzas lejos de mi ciudad, familia y amigos; adaptarme a otras costumbres y a otro trabajo. Pero ha sido realmente una experiencia de vida maravillosa”.

En el comienzo de una próspera carrera naval, María Julia acepta el desafío que implica una vida itinerante y de servicio, donde la Patria la convoque, hoy destinada en el “fin del mundo”. También le gustaría participar en alguna Campaña Antártica, Misión de Paz o comisión Sanitaria como la que hizo, “para dar apoyo y poner mi profesión al servicio de la gente”, subrayó.

Sobre los profesionales farmacéuticos en la Armada

Cada cultura de la Antigüedad supo tener representantes vinculados a la sanación y elaboración de medicamentos, de allí que resulte complejo determinar quien fue el primer farmacéutico de la historia; sin embargo, los orígenes de esta profesión suelen entrecruzarse con los de la Medicina y otras ciencias y, por eso, grandes personajes como Hipócrates, Dioscórides o Galeno son considerados referentes médicos farmacéuticos.

En nuestro país, los inicios de la Farmacia se remontan a la época colonial, cuando solo existían boticas que preparaban remedios de manera artesanal. En 1935 se crearía la Confederación Farmacéutica Argentina, en pos de consolidar la profesión. Por su parte, la Armada Argentina mantiene una relación con esta actividad que data de muchos años. El Hospital Naval Puerto Belgrano, por ejemplo, albergaba en su edificio original de 1900 una sección destinada específicamente a la farmacia.

Hoy se destaca el papel del profesional farmacéutico en la prevención de enfermedades, la promoción de la salud y el seguimiento de tratamientos, y la Institución cuenta entre su equipo de Sanidad con profesionales de la farmacia, tanto en el ámbito civil como militar.

Todos se desenvuelven diariamente en diferentes destinos elaborando y dispensando medicamentos, pero sobre todo contribuyendo a transformar la salud de manera completa, aconsejando al paciente cuando es necesario y promoviendo el uso responsable de medicamentos.

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