Malvinas
Encuentro de integrantes de la única radio naval argentina que funcionó en Malvinas durante el Conflicto del Atlántico Sur
jueves, 8 de mayo de 2025
Se reunieron en el Museo “Héroes de Malvinas”, ubicado en el Monumento Histórico Nacional Fuerte Barragán de la ciudad de Ensenada.

Contando con la presencia de quien fuera jefe de la radio, Capitán de Navío VGM (RE) Guillermo Gregorio, se llevó a cabo el encuentro.
“La génesis de la Radio Estación Naval que conformamos volvió al presente y celebramos con orgullo haber integrado ese destino asentado en Puerto Argentino”, señaló el Capitán de Navío Gregorio, quien resaltó que la principal misión de Ramalvinas “cumplida con todo éxito, fue servir al ejercicio del mando de los componentes de la Armada en operaciones por mar, aire y tierra, en coordinación con el Ejército Argentino y la Fuerza Aérea Argentina, así como a las comunicaciones de las autoridades asentadas en las islas con las del continente”.
“Nos reencontramos no solo para recordar, sino para reafirmar que nuestra historia sigue viva en cada palabra, en cada mirada cargada de emociones”, manifestó el Capitán Gregorio a quien en 1982 la Armada le confió la misión de instalar una estación de radio en las Islas.
Con este encuentro resurgió el espíritu de camaradería y el recuerdo de las distintas anécdotas vividas de quienes formaron parte de Ramalvinas, radio estación que representa un hito en la historia de la radio naval argentina, siendo un recordatorio de la comunicación vital que se mantuvo durante la guerra.
Ramalvinas
Integrada por 21 hombres de la Armada (oficiales, suboficiales y un conscripto), Radio Naval Malvinas dependió orgánicamente del Comandante Naval Malvinas, Contraalmirante Edgardo Otero, y funcionalmente del Apostadero Naval Malvinas. Fue el único destino naval creado el 2 de abril de 1982 por orden del Comandante de la Flota de Mar, Contraalmirante Gualter Oscar Allara.
Dos días después, acondicionado en la bodega de un avión F-28, se trasladó todo el material para la instalación de la radio en las Islas Malvinas. En esos momentos, en las Islas se observaba una gran actividad de efectivos y equipos debido a que las unidades navales, aeronavales y de Infantería de Marina que habían participado en el Operativo Rosario, aún no habían retornado al continente.
Algunos buques se encontraban fondeados en las proximidades; aviones Tracker continuaron por varios días más las misiones de patrullaje antisubmarino y los helicópteros abastecían a los pocos efectivos que permanecerían en la Isla Soledad, conformando una reducida guarnición.
Luego de analizar las facilidades disponibles, las características del terreno y distribución de los efectivos, se seleccionó un recinto para la instalación de la radio que contaba con acceso a un subsuelo techado con vigas de cemento a modo de refugio. Fue considerado el lugar más apropiado en previsión de un ataque; condiciones que permitieron que la estación siguiera transmitiendo hasta finales de la guerra.
El 5 de abril, operando un equipo Racal a batería, se obtuvo la primera conexión con la Central de Comunicaciones de la Armada Argentina. Los primeros contactos sirvieron para efectuar los requerimientos de material, equipos y personal que se necesitaban para operar efectivamente la radio estación, ya que cada día que transcurría, y a medida que se sucedían los acontecimientos, debían adoptarse mayores previsiones para satisfacer las crecientes demandas.
A la par que se multiplicaban los requerimientos, Ramalvinas fue creciendo con la llegada de refuerzos de personal de comunicaciones y electrónico, así como mayor cantidad y variedad de equipos. Siempre contando con el apoyo de los Servicios para Apoyo de Combate (SPAC), que asumió el completo rol logístico de los integrantes de Ramalvinas.
La estación funcionó las 24 horas en forma ininterrumpida, con gran cantidad de tráfico. Para su operación se organizaron turnos de 4x8 horas, básicamente con un oficial a cargo, un suboficial de guardia, un suboficial electrónico, dos radio operadores, un telefonista y un mensajero; llegando a mantener conexiones en VHF, UHF y HF.
El 14 de junio, al culminar la guerra se ordenó su destrucción. A cargo del Teniente de Fragata Carlos Ignacio Ruda fue evacuado casi todo el personal afectado a Ramalvinas, quienes retornaron a sus respectivos destinos; excepto el Capitán Gregorio que quedó detenido como prisionero de guerra hasta el 14 de julio, fecha en que retornó al continente con el último contingente que retuvieron los ingleses en las Islas.