Institucionales
El Comodoro de Marina (RN) y Doctor en Historia Miguel Ángel De Marco recibió la Gran Cruz del Mérito Naval de España
lunes, 23 de junio de 2025
Es una de las máximas distinciones que puede recibir una persona por sus servicios a la Armada Española.

Fue presidida por el embajador del Reino de España en Argentina, Joaquín María de Arístegui Laborde, quien estuvo acompañado por el Jefe de Estado Mayor de la Armada del Reino de España, Almirante General Antonio Piñeiro Sánchez, en ocasión de su visita al país.
En representación de la Armada Argentina asistió el Subjefe del Estado Mayor General de la Armada, Vicealmirante Marcelo Ricardo Flamini. Estuvieron presentes, además, el Director General de Educación de la Armada, Contraalmirante Juan Carlos Romay; el Inspector General de la Armada, Contraalmirante Fernando Daniel Terribile y otros oficiales superiores y jefes. Asimismo, se contó con la presencia de personalidades de la cultura y familiares.
Después de que se efectuó una reseña sobre los orígenes históricos de la más alta condecoración naval que otorga España, el Jefe de Estado Mayor de la Armada del Reino de España colocó la banda y demás atributos al Comodoro de Marina (RN) De Marco y se refirió a la personalidad y labor del merecedor de dicha distinción otorgada por el rey Felipe VI de España, en reconocimiento a su trabajo sobre las relaciones entre las Armadas española y argentina.
Dirigiéndose al galardonado, el Almirante General Antonio Piñeiro Sánchez expresó que dicha condecoración reconocía el decidido compromiso del Comodoro de Marco por impulsar dicha relación entre ambas Marinas.
Remarcó que era un honor imponer la Gran Cruz del Mérito Naval “a una figura cuya trayectoria encarna con singular dignidad el cruce fecundo entre las armas y las letras, entre el rigor de la investigación histórica y el servicio comprometido a la Nación”.
Asimismo, expresó que su vida había sido “una travesía intelectual, profesional y patriótica, que honra tanto a la República Argentina como a la comunidad internacional de historiadores”.
Puso de relieve que el Comodoro De Marco dedicó décadas a reconstruir el pasado político, naval y militar de España, acercando y fortaleciendo aún más la relación entre ambos países. Añadió que la Gran Cruz era un reconocimiento a su carrera, a la excelencia de su trabajo y la dedicación de su vida a la noble tarea de servir a su Patria.
El Jefe de Estado Mayor de la Armada del Reino de España mencionó dos de sus libros: La Armada española en el Plata (1845-1900) y José María de Salazar y la marina contrarrevolucionaria en el Plata, que merecieron los máximos premios conservatorios que otorga la Fuerza Naval de ese país: Virgen del Carmen y Del Mar. Siendo además la primera de ellas declarada obra de utilidad para la Armada, “que sin duda marcó el inicio de un diálogo historiográfico entre ambas orillas del Atlántico”.
Posteriormente, el Comodoro De Marco brindó palabras en las que describió su vínculo con la Armada y la historia de ese país hace 55 años atrás, cuando siendo un joven historiador argentino entraba por primera vez al edificio del Cuartel General de la Armada y recorría las antiguas salas del Museo Naval de Madrid.
Estando allí, su encuentro con el Contraalmirante Julio Guillén Tato, cadete honorario de la Armada Argentina y miembro de la Academia Nacional de la Historia de Argentina, lo convenció de escribir su tesis doctoral sobre José María de Salazar, jefe del Apostadero Naval de Montevideo en los días de la Revolución de Mayo de 1810, “uno de los que mejor comprendieron el afán independentista de la Primera Junta patria y de los que con más tenacidad lo combatieron”. La que años más tarde fue coronada por el Premio “Virgen del Carmen”.
El distinguido De Marco expresó que tantos años después, merced al pedido del Instituto de Historia y Cultura Naval, “en una actitud extraordinaria que compromete enteramente mi gratitud”, había venido desde España el Almirante Jefe del Estado Mayor General de la Armada, “para condecorar a este viejo Comodoro e historiador, con tantas millas navegadas como archivos recorridos, para cruzar sobre su pecho la banda roja y gualda de la Gran Cruz del Mérito Naval, la más alta y entrañable condecoración a la que he podido aspirar”.
Finalmente remarcó que pese a su edad prometía “seguir trabajando por el mejor conocimiento de un pasado en tantos aspectos común”.