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Primer Viaje de Instrucción y vuelta al mundo de la fragata “Presidente Sarmiento”
domingo, 12 de enero de 2025
Esta primera travesía representó un hito en la formación naval y duró más de 20 meses en los que recorrió 49.500 millas náuticas y atracó en 71 puertos de todo el mundo, desde Sudamérica hasta el Caribe.

Si bien, desde comienzos de la vida independiente del Río de la Plata ya existía una Marina que realizó su bautismo de fuego en la derrota de la Batalla de San Nicolás en 1811, cuando Azopardo junto a Guillermo Brown organizaron la Primera Escuadra de la historia, no era institucional.
No puede afirmarse que la Argentina tenía una defensa nacional establecida, dado que no había una unidad nacional, cada provincia tenía sus propias fuerzas expresadas en Guardias Nacionales.

Este problema fue observado por el entonces Presidente Domingo Faustino Sarmiento, quien al ver la ausencia de Fuerzas Armadas modernas, decidió actuar. Así fue como en 1869 fundó el Colegio Militar de la Nación y en 1872 la Escuela Naval Militar, con el fin de comenzar a formar oficiales de Marina auténticos, y no de hecho.
Los primeros jóvenes se formaron en el Buque Escuela Vapor General Brown. Con esto, comenzaba a saldar una de las grandes deudas de la Marina manifestadas en las memorias del Ministerio de Guerra y Marina en donde se afirmaba que Argentina sería incapaz de defender su dominio marítimo sin una Marina de Guerra.
La visión modernizadora del Presidente Sarmiento no se limitó a la formación de los oficiales, también quería engrandecer el armamento naval para dotar de un gran poder a la naciente Marina de Guerra. Este pensamiento fue clave décadas después para la planificación de la construcción de una fragata.

A finales del siglo XIX, la Armada Argentina necesitaba un buque escuela con características propias de la industria pesada, para promover la instrucción naval en sus cuadros, ya que los barcos de pequeño tamaño empleados hasta ese momento no eran apropiados.
Durante el lapso comprendido entre noviembre de 1888 y junio de 1889, la corbeta “La Argentina” realizó el cuarto viaje de aplicación de los cadetes de la Escuela Naval Militar. El Capitán de Navío Martín Rivadavia lideraba ese buque y verificó que “La Argentina” tenía fallos que requerían su sustitución por otro barco que estuviese equipado con los más recientes elementos de la náutica y lo posicionara de manera apropiada para desempeñar correctamente su papel de buque-escuela.
En este contexto, el Capitán Martín Rivadavia, presentó al gobierno un plan para la compra de un buque escuela, el cual finalmente obtuvo la aprobación del gobierno.

Varios astilleros europeos solicitaron planos y presupuestos y, finalmente, se aceptó la propuesta de la familia Laird Brothers, de Birkenhead, Liverpool, Inglaterra.
El 13 de septiembre de 1895, mediante un decreto, el entonces Capitán Manuel Domecq García fue nombrado comandante-inspector del nuevo buque escuela en construcción, motivo por el cual le fueron elevados antecedentes y planos del buque.
Domecq García realizó un análisis minucioso de todo esto y elaboró un amplio informe al Estado Mayor General de Marina, donde presentaba observaciones y solicitaba permiso para realizar alteraciones al proyecto inicial, lo que obtuvo la aprobación de la superioridad.
Al llegar a Gran Bretaña, el capitán Domecq García estableció comunicación con los responsables del Astillero Laird Brothers. Después de varios estudios, consultas y debates, se alcanzó un acuerdo final, que culminó con la firma del contrato correspondiente. Se terminó de construir en 1898.

Como resultado quedó un buque con tres palos y un casco de acero que se extendía hasta la línea de flotación, cubierto de madera de teca enchapada en cobre. Principalmente se desplazaba a vela, pero también podía hacerlo a vapor, gracias a sus cuatro calderas y a siete carboneras capaces de cargar 348 toneladas de combustible. Era posible contar con aljibes y estanques para la recolección de agua, múltiples pañoles de pólvora, proyectiles, armas y alimentos, además de cámaras y espacios para la tripulación.
Entre varios lugares disponía de dos cámaras de refrigeración y una de fotografía oscura, un establecimiento para sastrería, enfermería, farmacia, tres cocinas, nueve baños, una biblioteca de excelente calidad y hasta una prensa tipográfica.
El 30 de junio de 1898, la fragata “Presidente Sarmiento”, que recibió ese nombre en honor al Presidente creador de la Marina de Guerra, enarboló el pabellón nacional. Los cadetes de la Escuela Naval Militar llevarían a cabo un extenso recorrido educativo para profundizar sus saberes teórico-prácticos; al volver, realizarían un examen final y se incorporarían al cuerpo de oficiales como guardiamarinas.

Su primer recorrido educativo ocurrió entre 1899 y 1900, saliendo de Buenos Aires el 12 de enero y volviendo el 30 de septiembre del siguiente año. Durante su primera travesía, recorrió San Francisco (Estados Unidos), Acapulco (México), Honolulú (Hawaii), además de varias ciudades japonesas, Barcelona (España), Nueva York (Estados Unidos), y Río de Janeiro (Brasil), entre otras ciudades, cubriendo un total de 49.500 millas náuticas y 71 puertos. El Capitán Onofre Betbeder encabezó esta odisea que duró más de dos años en los que circunnavegó el mundo; contó con una tripulación de alrededor de 320 personas, incluyendo los aproximadamente 40 cadetes que recibían formación a bordo.
Este primer viaje representó no solo un acontecimiento significativo, sino también el comienzo de una extensa serie de misiones de paz que la fragata realizó durante su servicio entre 1899 y 1939.
Su función de portavoz de la paz para la Nación Argentina se fortaleció en acontecimientos como la coronación de Eduardo VII del Reino Unido, la inauguración del Canal de Panamá en 1914 y de la estatua de San Martín en Boulogne Sur Mer, Francia, en 1909.
Este fue el comienzo de un hito fundamental en la Historia Argentina, culminando finalmente su misión en noviembre de 1938 con un total de 37 navegaciones en las que surcó todos los océanos y mares de la Tierra y durante las cuales llevó a bordo a más de 11.000 tripulantes a bordo: Planas Mayores, becados extranjeros, profesores, personal civil, cadetes, aspirantes a guardiamarinas, personal subalterno calificado de todas las especialidades; aprendices, grumetes y conscriptos.
Durante sus Viajes de Instrucción navegó un total de casi 850.000 millas náuticas, equivalentes a 39 circunvalaciones alrededor del mundo. Después no detuvo sus singladuras. A partir del 15 de mayo de 1939 continuó su actividad como Buque Escuela de Aprendices y Buque Escuela de Cadetes, Marineros y Aprendices, realizando viajes de instrucción por nuestro vasto litoral fluvial y marítimo hasta ser convertida en Buque Museo el 28 de diciembre de 1961 y declarada Monumento Histórico Nacional el 18 de junio de 1962.
