Cabo Segundo IM Javier Alfredo Becaría

“Mi meta era ser Infante de Marina y la satisfacción es absoluta”

Javier Alfredo Becaría tiene 38 años y hace 19 ingresó a la Armada Argentina para convertirse en Infante de Marina. Sus inicios en la Fuerza fueron como Marinero Tropa Voluntaria en el Arsenal Naval Azopardo, hasta que en 2011 inició el curso en la Escuela de Suboficiales de la Armada para continuar su vocación en el Batallón de Infantería de Marina Nº 3 “Almirante Eleazar Videla” (BIM3).


viernes 8, diciembre 2023

Javier Becaría nació en Azul, ciudad del interior de la provincia de Buenos Aires, lugar de residencia de sus padres José y Alicia, sus tres hermanos y amigos de la infancia. De su niñez, recuerda las incontables veces que acompañó al trabajo a su papá, retirado del Ejército Argentino, y afirma sin dudar que desde chico ya pensaba en ser militar.

“Siempre que podía iba con mi papá al Ejército y cuando tuve la posibilidad de inscribirme en una Fuerza, la Armada Argentina despertó mi interés y averigüé en la Oficina de Incorporación de Azul, el proceso de ingreso y me inscribí sin vacilar”, comenta Javier.

Luego de presentar los papeles y aguardar la selección, le llegó la notificación para realizar el Período Selectivo Preliminar (PSP) en la antigua Escuela de Infantería de Marina (ex ESIM) ubicada en el Batallón de Infantería de Marina N°2 en la Base de Infantería de Marina Baterías.

“Ingresé con 18 años recién cumplidos y toda mi familia acompañó mi decisión”. En septiembre del 2004, con una delegación proveniente de Azul, se trasladaron al sur de la provincia para comenzar con el período de formación. “El tiempo que pasamos en la instrucción fue intenso, con un ritmo constante y mucha actividad, sólo hay tiempo para estudiar e intentar asimilar toda la información que te brindan”.

“Todo era nuevo para mí y desde afuera uno no dimensiona lo que se vive; se respeta mucho el compañerismo y se aprende a valorar otros aspectos de la vida. Siempre se tiene presente a la familia y cuando alguien afloja, aparece el compañero que te motiva para continuar”.

Finalizado el PSP, Javier egresó como Marinero Segundo Tropa Voluntaria (MSTV) con la especialidad Infante de Marina y su primer destino fue el Arsenal Naval Azopardo (ARAZ), ubicado cerca de su ciudad natal. “Quería ser Infante de Marina, era mi objetivo. Mi familia viajó para el egreso y se notaba en sus miradas el orgullo que sentían”, comenta con emoción.

“En el ARAZ, me destinaron a la Compañía Vigilancia y Seguridad, donde reforcé mis habilidades, hice guardias, conocí las tareas propias del Arsenal y empecé a profundizar aspectos de la Armada en general”, expresa Javier con un fuerte sentido de pertenencia.

La camaradería, las tareas asignadas y el tiempo que destinaba para mejorar sus aspectos militares, reforzaron la decisión de hacer carrera y querer permanecer en la Institución. Estuvo 7 años en el Arsenal y en el 2011 realizó el ansiado curso en la Escuela de Suboficiales de la Armada (ESSA), a fin de poder hacer carrera como suboficial de la Fuerza.

En la ESSA amplió sus conocimientos sobre la Infantería de Marina acerca de combates, despliegues, cartografía, misiones y destinos. “La Infantería me brindó oportunidades de crecimiento. Acá encuentro mucho compañerismo y una modalidad de trabajo diferente”, argumenta el joven azuleño, orgulloso de su uniforme enmascarado y del escudo que en éste porta e identifica al componente de la Infantería de Marina.

“La Armada te lleva siempre por nuevos caminos”

Tras su egreso, fue destinado al Batallón de Infantería de Marina Nº 3 “Almirante Eleazar Videla” (BIM3) y, después, comisionado a la República de Chipre en Misión de Paz de la Organización de las Naciones Unidas. “Fue una gran experiencia profesional. Desde el momento previo al despliegue en la isla estuvimos en el Comando de Instrucción y Evaluación de la Infantería de Marina y en el Centro Argentino de Entrenamiento Conjunto para Operaciones de Paz (CAECOPAZ), recibiendo la instrucción necesaria para las funciones que debíamos cumplir”, explica el Infante de Marina que actualmente cumple diversas tareas en las Compañías “Golf” y Embarcaciones Menores.

A su regreso al país, transitó por la Base Naval Zárate, donde entre otras actividades, realizó una Campaña Sanitaria Fluvial en el litoral argentino y se capacitó como brigadista forestal. “Estar frente al fuego no es sencillo, es desgastante y hay que estar atento y ser responsable. Asistí en los grandes incendios de Rosario y San Pedro, y rescato de la experiencia el poder trabajar con brigadistas de otras provincias”.

Javier ya tiene asignado su nuevo destino para 2024 en la Base Aeronaval Almirante Zar en Trelew, provincia de Chubut. “Mi familia, compuesta por mi señora y dos hijos, está contenta con el traslado y estoy seguro que allá sumaré más experiencia, aunque voy a extrañar el BIM3”, confiesa.

Una de las últimas actividades del BIM3 fue la etapa de instrucción –en técnicas y tácticas en diferentes tipos de operaciones– y adiestramiento, realizadas en la Base de Infantería de Marina Baterías (BNIM) cerca de Puerto Belgrano, a principios del mes pasado.

Las actividades estuvieron coordinadas por el Comando de la Brigada Anfibia de Infantería de Marina (BRIM) y permiten evaluar la capacidad de respuesta de la unidad, en los diferentes escenarios y ambientes geográficos. Cabe destacar que esta unidad de combate, el BIM3, se incorporó a la Brigada Anfibia de Infantería de Marina desde este año.

Las actividades de adiestramiento en Baterías consistieron en la ejecución de tiros con armas de apoyo; tiros de combate de las secciones de tiradores en operaciones ofensivas; instrucción en el polígono virtual del COIE con diferente tipo de armamento; práctica de descenso en la torre multipropósito; pasaje por la pista acuática militar; y ejercicios en la pista de combate urbano.

Además, se llevó a cabo la etapa básica anfibia en los Vehículos Anfibios de Combate y posteriormente se instruyeron en operaciones mecanizadas con medios perteneciente al Batallón de Vehículos Anfibios N°1. Ejercicios que fortalecen la interoperabilidad entre los batallones dependientes de la BRIM e incrementan la versatilidad y flexibilidad de los medios de la Infantería de Marina.

A sus casi 20 años de servicio, el Cabo Segundo de Infantería de Marina Javier Alfredo Becaría, recomienda a los más jóvenes que ingresen a la Armada Argentina y vivan su propia experiencia en la Fuerza, porque “la Armada Argentina te lleva por nuevos caminos, donde siempre hay algo que te impulsa a seguir trabajando para servir a la Patria”.

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